El nuevo gabinete no satisface a los lideres políticos de la Alianza. Ayer, poco después de llegar de Miami, Raúl Alfonsín estuvo un largo rato con Carlos Chacho Alvarez, a pesar del cansancio del viaje, muy agitado por la tormenta que cubrió la primera parte del trayecto, y los dos coincidieron en que el elenco de colaboradores de Fernando De la Rúa priman los amigos personales del presidente con los de Domingo Cavallo, cuyo ingreso al oficialismo ambos, con fuerza diferente, respaldan. Es probable que el líder radical hable de esto hoy en la sesión del comité nacional, que sacara de todas maneras un documento de respaldo al gobierno.
Llamo la atención que Alfonsín no haya ido a visitar al presidente, aunque irá hoy a Olivos. En cambio, mantuvo consultas muy secretas con varios dirigentes. Entre ellos, Federico Storani, los gobernadores radicales y Carlos Becerra.
Allí, Alfonsín ratificó su enojo, pero acompañó la moderación de los gobernadores y los funcionarios que están aún en funciones, lo que se ratificará en el documento partidario de hoy.
Fuera de combate
Pero lo que más se comentó entre las personas más informadas de la Alianza fue el veto que De la Rúa puso sobre Chacho para que fuera jefe de Gabinete. Una fuente calificada contó que Alvarez había hablado antes con Cavallo sobre esa posibilidad y que de la conversación había extraído la conclusión de que el ministro de Economía transmitía el acuerdo presidencial para su designación. Enorme fue la sorpresa que recibió cuando escuchó al presidente "de esto no hablemos ahora, son demasiadas cosas las que tengo que resolver".
Nadie ignora que el entorno presidencial detesta al jefe del Frepaso. Ahora sus dirigentes quieren desentrañar algo más profundo: si en realidad, no los están arrojando fuera de la coalición. Ayer le ofrecieron al presidente que Darío Alessandro sea el reemplazante de Crhystian Colombo: no tuvieron un "no" rotundo, pero las fuentes de esa tienda política suponen que no pasará nada. Dicen más: "No se puede hablar de gobierno de unidad nacional sin el Frepaso y el peronismo expresados en el gabinete".
Relaciones peligrosas
La pata peronista está en la agenda. Anoche, Colombo y Cavallo, una relación que no será cálida, tuvieron reuniones con senadores del bloque peronista tanto para encontrar respaldo al pedido de facultades especiales para el ministro de Economía como para sondear la posibilidad de un ingreso de un justicialista al gobierno.
Por lo pronto, la cartera de Desarrollo Social que quedó vacante tras la dimisión del frentista Marcos Makón, aún no fue cubierta y queda transitoriamente a cargo del ministro de Salud, Héctor Lombardo, después que se pensara darle ese sitió provisorio a Patricia Bullrich.
La designación de Ramón Mestre como titular de Interior exhibe otro dato revelador de las preferencias presidenciales: un cordobés y su amigo. El delarruismo sostiene que se lo ofrecieron a Alessandro pero que después del traspié de Chacho, recibió la indicación de decir que no.
De todas maneras, el presidente no ha tenido en cuenta que Mestre y Cavallo tienen viejas cuentas, de los tiempos del menemismo. Una negativa de créditos para el entonces mandatario cordobés, debilitó su gestión que desbrozaría el camino a José Manuel de la Sota más tarde.