Walter Palena
La designación de Domingo Cavallo como nuevo ministro de Economía del gobierno de la Alianza se metió como una cuña en la interna del radicalismo santafesino, generando un fuerte rechazo por parte la corriente que lidera Angel D'Ambrosio, que contrasta con la moderación que eligió el usandizaguismo para referirse al ex funcionario menemista. "Vamos a seguir defendiendo el gobierno de la Alianza; pero yo ya no sé dónde está parada la Alianza", fue la cruda síntesis que realizó ayer D'Ambrosio para graficar el clima de irritación y de desconcierto que campea en un vasto sector de la UCR provincial tras el arribo de Cavallo al gobierno. Desde la otra vereda interna, Miguel Basaldella (usandizaguismo) optó por un perfil prudente y privilegiar la "unidad del radicalismo" más allá de los nombres que integran hoy el gabinete de la Alianza. "Podemos tener distintas opiniones y hasta podemos no estar de acuerdo con ciertos nombramientos, pero lo que más me duele es que los radicales den un portazo en un momento donde el presidente Fernando de la Rúa necesita más que nunca el apoyo de todo el partido", enfatizó el diputado provincial. Basaldella evitó opinar sobre el nombramiento de Cavallo al frente del Palacio de Hacienda, al señalar que "esa esa una facultad que tiene el presidente" y bregó por "una discusión puertas adentro" del radicalismo para analizar los pro y los contras frente a la nueva composición del gabinete. Juan Carlos Millet (Cepa Radical) coincidió en un sólo punto con Basaldella: la potestad de De la Rúa de elegir a los funcionarios que lo acompañarán en la gestión. Sin embargo, rechazó la incorporación de Cavallo al afirmar "que es uno de los hombres más paradigmáticos de un modelo económico de concentración, que es lo contrario a los principios fundacionales de la Alianza". Pero dentro del espectro radical de la provincia, los conceptos más duros partieron desde el sector celeste. "Hay ciertas características de Cavallo que no creo que haya cambiado en estos últimos diez meses, como cuando despotricó con el triunfo de la Alianza en la ciudad de Buenos Aires. O de aquel que decía que endeudarse era un signo de vitalidad de la Argentina", sentenció D'Ambrosio. El líder de los celestes le reconoció a Cavallo cierta habilidad política para posicionarse en el poder. "Pero esos mecanismos -dijo- los puso en marcha para dejar los índices de desocupación y marginalidad que hoy tenemos". No menos crítica fue la posición del diputado nacional Carlos Iparraguirre, aliado con el dambrosismo, quien le apuntó a la fragilidad del jefe del Estado para dejarse llevar por su entorno: "Sus indefiniciones y el oído muy fino que le presta a un círculo maléfico que hay en su entono es lo que lo va alejando cada vez más de lo que la Alianza había propuesto".
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