Fernando de la Rúa pareció ratificar ayer lo que muchos funcionarios admitían por lo bajo: que el gobierno de unidad es "un eufemismo" y que se blanqueó una nueva alianza de centroderecha. Los empresarios que colmaron el Salón Blanco, las ovaciones a Domingo Cavallo y, sobre todo, la casi ausencia total de políticos en el acto, confirmaron la línea del flamante gabinete y anticiparon un nuevo conflicto en la Alianza. La ceremonia pareció reflejar la incertidumbre que gobierna a De la Rúa desde hace semanas y que no puede evitar se traslade al espectro político y social del país. Es más, las dudas hicieron blanco en el locutor oficial, quien leyó una copia del decreto en el cual figuraba el nombre de Patricia Bullrich en lugar del de Héctor Lombardo. "Hay un error. El designado interino de Desarrollo Social es el ministro de Salud", aclaró De la Rúa.