El ex ministro de Economía, Ricardo López Murphy, defendió su "paquete de medidas" y su convicción de que la economía argentina requiere cambios estructurales, a la vez que justificó su salida del gobierno bajo el argumento de que "no contaba con el respaldo político suficiente" como para llevar adelante su programa económico. En una conferencia de prensa en la que se presentó junto al flamante ministro de Economía, Domingo Cavallo, Murphy aconsejó a su sucesor en avanzar en un programa de reducción del gasto público y mejora de la recaudación impositiva para contrarrestar el déficit fiscal.
"Respeto la decisión y la voluntad de Cavallo de hacerse cargo de esta tarea, que no es sencilla, y creo que seguramente deberá aplicar un riguroso programa porque la Argentina debe hacer un esfuerzo enorme por el lado de la recaudación y el gasto", comentó.
López Murphy insistió en que "el sector público argentino tiene un déficit enorme". Argumentó que "desde esa perspectiva estoy convencido que el plan que yo presenté el viernes fue un plan moderado dentro de las circunstancias".
"Creo que era lo mínimo que se podía hacer, pero tengo la sensación de que el diagnóstico y el tipo de ajuste a realizar no ha sido percibido en su justo término y yo he pagado el costo del ser el mensajero de tal situación", comentó al despedirse de su función, casi sin periodistas que lo escucharan.
El ex funcionario afirmó estar "muy convencido de lo propuesto", pero admitió que "claramente no contaba con el respaldo necesario para poder ser llevado adelante".
"En esas condiciones me pareció que era mejor hacer lo que un hombre público debe hacer en estas circunstancias que es darle al país la oportunidad de reemplazarlo, y darle la posibilidad a otro hombre público", indicó López Murphy.
"Yo no creo que el plan haya fracasado", afirmó el ex ministro que duró apenas 14 días en el cargo tras recoger múltiples rechazos. "No planteamos un parche sino una reforma estructural que apuntaba a resolver un problema crónico de la Argentina que ha creado las condiciones de inestabilidad, intranquilidad y vulnerabilidad que permanentemente nos ponen al riesgo de una situación límite".
"Lo mínimo que se podía hacer en el marco institucional, sin afectar los compromisos fiscales federales ni los acuerdos internacionales, era el programa que intentamos llevar adelante", aseguró el ex titular del Palacio de Hacienda.