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domingo,
31 de
diciembre de
2006 |
Con la boca abierta. La salud de la población se expone a enfermedades tan graves como el sida, la hepatitis y el cáncer bucal
La Justicia cerró este año cuatro
consultorios odontológicos truchos
El colegio profesional apunta contra los mecánicos dentales que, bajo el disfraz de dentistas, ejercen ilegalmente
Pablo Procopio / La Capital
Los odontólogos rosarinos están en alerta y comenzaron a denunciar a colegas truchos que ejercen la profesión ilegalmente. Descubrieron consultorios falsos donde la actividad irregular podría provocar en los pacientes desde una simple herida hasta sida, cáncer bucal y otras graves patologías. Apuntaron contra ciertos mecánicos dentales que ofrecen los servicios que sólo pueden realizar los dentistas y lograron que la Justicia allanara este año cuatro locales donde los pseudoprofesionales fueron hallados in fraganti. La trama de una ocupación apócrifa que dejará a más de uno con la boca abierta.
Todo comenzó cuando La Capital publicó el pasado 5 de noviembre un informe que dio cuenta de la existencia de una feria en la zona sur en la que se compran y venden hasta los artículos y servicios más insólitos. En el predio, ubicado en la plaza Homero Manzi (avenida Bermúdez al 5600), una mujer, que decía ser mecánica dental, ofrecía prótesis y prestaciones propias de un profesional de la odontología quien, en todo caso, podría requerir un mecánico pero sólo como auxiliar.
De este modo, los dentistas salieron a advertir a la población sobre los riegos que puede acarrear no tomar los recaudos correspondientes. Y divulgaron a este diario las acciones que ya estaban realizando.
Se dirigieron a la Justicia y allí radicaron varias denuncias que originaron este año el cierre de cuatro consultorios truchos en diferentes rincones de la ciudad donde la presencia del dentista era una entelequia (ver infografía).
"Nos presentamos en el Tribunal desde donde se ordenaron allanamientos; los falsos odontólogos fueron pescados trabajando con pacientes a quienes se les hacían intervenciones", explicó el secretario del Colegio de Odontólogos de la 2a Circunscripción, Jorge Cornaglia.
La entidad se enteró de la existencia de estos sitios a partir de los comentarios de perjudicados que, de repente, por uno u otro motivo, se vieron en las manos de estas personas. También llegaron al colegio las denuncias de los dentistas que observaron bocas que evidenciaban trabajos no profesionales. Ante estas circunstancias, se terminó descifrando el engaño o el delito.
"Le pedimos al fiscal que actúe y se libraron las órdenes de allanamiento", abundó Cornaglia para definir la participación de la institución: "Somos avisadores, cumplimos con nuestro deber de contralor".
La argucia judicial fue, entonces, tomar a los falsos especialistas in fraganti, con las manos en la masa, atendiendo pacientes y trabajando sobre ellos. En efecto, deberían hacerlo sobre modelos.
El colegio profesional hizo un llamado oficial de atención: "Alertamos a la gente sobre el accionar inescrupuloso e ilegal de algunos pseudomecánicos dentales que realizan prótesis a personas sin estar habilitados ni capacitados para ello. Al no guardar las más elementales normas de higiene, pueden provocar serias lesiones o contagiar enfermedades, poniendo en riesgo su salud; no se exponga a sida, hepatitis, úlceras, cáncer bucal, llagas o dolores al masticar", se indicó en un comunicado.
Para Cornaglia, el crecimiento de los cursos de mecánicos dentales va de la mano de las irregularidades. Y las promociones de algunos institutos parecen buscar interesados a cualquier costo. "Creo que utilizan una publicidad engañosa. Se les miente a los jóvenes diciéndoles que trabajando con dos odontólogos pueden sacar un buen sueldo, pero eso no es verdad", puso de manifiesto (ver página 4).
A partir del fracaso económico, "se instalan en una piecita con elementos mínimos y empiezan a captar gente", añadió en función de la aparición de los consultorios apócrifos.
-Pero debe haber odontólogos que propician lo trucho.
-La problemática es genérica y es compleja. Por muchas razones, el ejercicio profesional ha disminuido su dignidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que, en una ciudad tipo, un dentista debería tener entre 800 y 1.000 pacientes; sin embargo en algunas zonas del centro de Rosario hay uno cada 300. Existe una clara superpoblación. De este modo, suele aparecer una fuerte competencia.
Aparte, existe inconsciencia en la población sobre el grado de incidencia de la salud bucal dentro de la general. "La gente busca al dentista por problemas estéticos o por dolores fuertes. Así, el interés por un buen cuidado de la boca pasa a un tercer o cuarto plano", remarcó Cornaglia.
"Tenemos la obligación de hacer docencia", dijo antes de apuntar contra los efectos de un trabajo mal realizado. "Si se coloca mal una prótesis, con sólo tener un desorden en el equilibrio masticatorio puede haber severos problemas", expresó.
Varios dentistas consultados por este diario dijeron que sus falsos colegas "son capaces de llegar a hacer actos de cirugía, poniendo en riesgo de muerte a pacientes, por ejemplo con las extracciones o la aplicación de anestesia".
Es que, buscando la captación del paciente, un gran número de mecánicos se extralimita y no realiza su labor específica.
Es increíble pero, al accionar, no se tiene siquiera en cuenta la posible presencia de enfermedades como diabetes, alergias o lesiones en tejidos, como la encía, que pueden ser gravísimas.
-¿Los institutos de mecánica dental propician estas situaciones?
-Hoy en día la actitud profesional más rentable es comunicar, transmitir conocimientos. Muchos docentes muy capacitados se dan cuenta de eso, algo que se traduce en la creación de estas academias que tienen odontólogos detrás y son luego quienes contratan a mecánicos dentales y organizan el circo. Allí, en el proceso de enseñanza, suele comenzar la praxis ilegal. Los asistentes a los cursos prueban con sus familiares. Toman impresiones sobre ellos.
Cada vez hay más escuelas de este tipo adonde no se necesitan demasiados requisitos para ingresar (ver aparte).
El Colegio de Odontólogos de la 2a Circunscripción cuenta con una comisión que se ocupa del control del ejercicio ilegal; recibe denuncias de la gente engañada en su buena fe al teléfono 440-5536.
El poder adquisitivo de la población juega un rol muy importante al momento de optar por un consultorio irregular. El gancho de los mecánicos está en lo que cobran: una extracción 5 pesos, cuando un dentista solicita 50.
Las denuncias terminaron este año con el cierre del hábitat de trabajo de cuatro pseudodentistas y sus equipos. En algunos casos hasta hubo demorados y siempre se efectivizó el retiro del material utilizado por lo cual es muy difícil iniciar nuevamente la actividad.
"Creemos que las acciones de la Justicia constituyen la punta de un iceberg; hay muchos más consultorios falsos, por eso es necesario seguir concientizando a la ciudadanía", remató el secretario de la entidad profesional.
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Los especialistas apócrifos no tienen en cuenta que hasta la colocación de una prótesis puede acarrear severos problemas.
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