Máxima tensión

Multitudinaria y pacífica marcha en Gualeguaychú

Gendarmería debió flexibilizar las medidas de seguridad ante el pedido de la gente

Los ambientalistas de Gualeguaychú se movilizaron sin incidentes, por tierra y por agua, para rechazar la puesta en marcha de la pastera Botnia, autorizada ayer por el gobierno uruguayo. Antes de retirarse pacíficamente, los manifestantes leyeron una proclama con críticas al presidente uruguayo Tabaré Vázquez y anunciaron que “seguirán hasta las últimas consecuencias” para conseguir “la erradicación de la planta”.

   Cientos de manifestantes ingresaron al puente General San Martín, que une Argentina con Uruguay, después de que Gendarmería flexibilizó las medidas de seguridad y les permitió avanzar hasta la línea amarilla fijada sobre el puente. La tensión había invadido la marcha cuando los asambleístas intentaban avanzar más allá del puente y Gendarmería se los impedía. Finalmente, luego de negociaciones entre autoridades de Gualeguaychú, de Entre Ríos y de la Nación se avaló el paso de los ambientalistas hasta la línea amarilla que Vialidad fijó sobre el puente por cuestiones vinculadas al soporte de peso en el puente.

   

Con estricta puntualidad. Aun con mal tiempo, la marcha por vía terrestre comenzó puntual, a las 14, y pasadas las 16 ya había llegado a su punto final, sin incidentes. Paralelamente, otros grupos de vecinos se movilizaron en unas 30 embarcaciones hasta el frente de la pastera, sobre el río Uruguay. La caravana por tierra, que se inició en automóviles y concluyó a pie, llegó hasta la línea amarilla fijada por Vialidad, donde también estaban apostados los gendarmes argentinos, y a unos 1500 metros de donde se ubicaron los prefectos uruguayos, en la frontera entre ambos países.

   La protesta en avioneta, también prevista para ayer, finalmente no se concretó, según los organizadores, debido a “los fuertes vientos imperantes en la zona”. No obstante, la decisión del gobierno uruguayo de imponer estrictas medidas de seguridad en la frontera, que incluían también el espacio aéreo, hicieron a los ambientalistas desistir de la medida.

   “Hemos logrado nuestro cometido”, dijo la coordinadora de la Asamblea, Ana Costa, luego de cantar el Himno Nacional. A la cabeza de la movilización se había colocado un gigantesco cartel con la leyenda “Tabaré violador”, en alusión a la violación del tratado del río Uruguay por parte del vecino país. El intendente electo de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, dijo que “hoy (por ayer) es un día histórico para Gualeguaychú. La lucha va a continuar: ésta es una manifestación más. Botnia es un emprendimiento que contradice el modelo elegido por Gualeguaychú para desarrollarse.

   El asambleísta Oscar Vargas destacó lo “pacífico” de la movilización “a pesar de las provocaciones” del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, quien “hasta llegó a cortar el puente internacional”.

   “Seguimos exhibiendo nuestro certificado de buena conducta”, agregó. Juan Veronesi, asambleísta, sostuvo por su parte que “es inconcebible que el gobierno uruguayo haya decidido unilateralmente cortar ayer el paso por el puente. Tabaré no puede darnos clase de derecho internacional cuando ha violado el tratado del río Uruguay repetidas veces”.

   El Ministerio del Interior expresó su satisfacción por el marco “pacífico y tranquilo” en el cual se desarrolló la masiva marcha de los ambientalistas de Gualeguaychú contra la pastera Botnia.

   Aníbal Fernández, mantuvo permanentemente informado al presidente Néstor Kirchner sobre las alternativas de la movilización. El gobierno argentino decidió flexibilizar las medidas de seguridad sobre el puente, debido a la gran cantidad de manifestantes que había y para preservar su integridad.

   

Para que se vea. Es que en un principio, la Gendarmería solo permitía a los asambleístas quedarse apostados en el ingreso al puente y estos insistían con que se los autorizara a avanzar 1.500 metros más, para que la movilización pudiera verse desde Uruguay. Los manifestantes “estaban muy aprisionados por lo que era necesario darles más espacio para que se pudieran desplazar más cómodos, explicaron las fuentes.

   El ministro Fernández se comunicó con el vicegobernador de Entre Ríos, Guillermo Guastavino, y con el intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen, y autorizó el paso hasta la línea donde estaba apostada la Gendarmería argentina, 1500 metros antes de la frontera.

Unas 30 embarcaciones se movilizaron por el río Uruguay, pasando muy cerca de la pastera Botnia.