Mantenimiento urbano. Organizan la seguridad y tapan baches

Hartos de reclamar, los vecinos encuentran sus propias soluciones

Reconocen que el municipio abrió espacios de comunicación directa con los vecinos. Pero coinciden en decir que las respuestas a sus reclamos suelen ser mucho más lentas que sus necesidades. Son los vecinalistas de Rosario, gente que trabaja ad honórem y hasta pone manos a la obra para solucionar los problemas del barrio. Viven en el sur, norte, oeste y también en el macrocentro. Todos encontraron una manera de hacerles frente a algunos de los temas que más los preocupan: la inseguridad, las calles de tierra, la polución y la limpieza son sólo algunos.


Un parque arbolado para hacer frente a la polución
Los problemas de contaminación que padecen los vecinos de la zona norte por las cerealeras que todavía operan en barrio Malvinas, no pasaron inadvertidos en otro extremo de la ciudad. Inclusive antes de tener que convivir con esto, en el barrio Tablada se comenzó a gestionar en el 97 la construcción de un parque para frenar la polución que causa la carga de cereal a cielo abierto en el puerto. "Ya conseguimos el permiso de Vialidad Nacional (dueña de los terrenos que van desde 27 de Febrero hasta el arroyo Saladillo) para realizar allí un parque de árboles que sirva de cortina a la contaminación", explica la presidenta de la Asociación Vecinal Rosario Sudeste, Silvia Gergolet.

El futuro parque Tablada tendrá 41 hectáreas, de las cuáles 11 se destinarán a la realización de huertas educativas. "Hoy ese lugar es una mugre, y no hay más que unas canchitas de fútbol que se inundan cada vez que llueve. Ahora con el visto bueno de la Nación y del Concejo, el intendente (Miguel) Lifschitz nos prometió que comenzará la plantación de árboles".


Los escombros hacen las veces de pavimento
Unas 30 calles sin pavimentar son parte del paisaje en Fisherton Sur, un vecindario de 7 mil habitantes, donde confluyen el Mercado de Concentración, los chalets del barrio Gráfico y el arroyo Ludueña. Para la presidenta de la vecinal, Marta Andi, sin dudas el dragado del arroyo es una prioridad, pero resalta que no es menos importante la falta de pavimento. "El municipio realizó algunos mejorados y en una oportunidad nos mandó tierra roja para que colocáramos en la calle. Se la devolvimos, la gente de aquí no somos tontos y pagamos nuestros servicios, queremos pavimento", se quejó Andi.

Mientras el asfalto sigue siendo una deuda, los vecinos resolvieron poner un parche. "En una oportunidad -recuerda Andi- vi cómo un camión intentaba descargar clandestinamente escombros en un predio. Le pedí que nos los regalara para que pudiéramos echar el material sobre las calles de tierra".

Y así sucedió hace un año y medio. "Con rastrillo en mano y botas en los pies los vecinos desparramamos el material y le pusimos un parche al problema", dice Andi.


Afiches y teléfonos contra la inseguridad
"¡Cuidado! Vecinos vigilando". La advertencia a prueba de ladrones se lee en los carteles que la vecinal barrio Parque repartió a las 2 mil familias de la zona. Y a partir de esta semana también se podrá ver en 50 columnas del vecindario: se colocarán cartelones especiales, con los teléfonos del comando y las seccionales 5º y 13º para que los vecinos puedan denunciar rápidamente a "toda actividad o persona sospechosa".

La iniciativa es parte del Programa de Prevención del Delito que armaron los vecinos cansados de sufrir atracos y robos. "Además de los carteles imprimimos volantes con una serie de recomendaciones y organizamos charlas de prevención con alumnos de 8º y 9º año de la escuela provincial del barrio", remarca el presidente de la vecinal, Daniel Tolosa.

Por si todo esto no fuera suficiente, también los vecinos organizaron una red telefónica. "En cada cuadra hay 6 o 7 vecinos que tienen los números de todos los que viven cerca, y si ocurre algo que nos genera inquietud o desconfianza, nos llamamos", explica el vecinalista, quien también reclamó que el parque Independencia vuelva a tener vigilancia, sobre todo los días en que se juegan partidos de fútbol.

"Sólo pedimos que la gente de la Guardia o de la Patrulla Urbana recorra la zona", subraya el vecinalista.


Recolectan los restos de escamonda a domicilio
Muchos son los vecinos que hacen oídos sordos a la recomendación de no podar los árboles. Y ante el hecho consumado, desde la vecinal Parquefield han tenido que buscar una salida para deshacerse de las parvas de ramas que quedan depositadas en las calles y veredas del barrio.

"Acá la gente de Parques y Paseos de la Municipalidad brilla por su ausencia, entonces le pagamos a una persona que tres veces por semana retira los restos de la escamonda", dice el presidente de la vecinal Parquefield, Jorge Lauricella.

Esa persona se llama Miguel y es quien con su carro y su caballo recorre los domicilios de las 700 personas que viven por el barrio. "En algunos lugares son tantas las ramas que se amontonan que tengo que hacer hasta cuatro o cinco viajes para dejar limpio", indica el jardinero.

Otro problema ligado a los árboles que tiene a maltraer a la gente de este barrio es la rotura de veredas que provocan las raíces del arbolado público y la proliferación de la gata peluda. Pero los vecinos lo toman con ironía. "Acá el municipio viene a fumigar cuando ya tenemos los gusanos en la cama", se quejaron.