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 domingo, 19 de febrero de 2006  
Un acto de justicia

Carlos Duclos / La Capital

En una sociedad donde la degradación de todo tipo campea y socava las bases de lo que debería ser el cimiento de una existencia digna para todo ser humano, es muy peligroso no saber o no querer distinguir entre las instituciones y los hombres. Es mucho más peligroso aún confundir a un pequeño grupo de insensatos con la propia institución, porque se produce un triple daño: se humilla y deshonra sin contemplación e injustamente a los que accionan con eficiencia, se vulnera la naturaleza de la propia institución y, en consecuencia, lo que es más grave, se condena a la sociedad. Ello así porque ningún grupo humano puede vivir satisfactoriamente en un medio donde las instituciones de la República están en quebranto. El Poder Judicial, para ir al tema puntual, es una de las instituciones impactadas por la crítica y la desaprobación y este es un daño no menor que se le hace no ya al poder en sí mismo, sino a la sociedad. ¿Por qué? Porque en tanto y en cuanto la crítica tenga por fin satisfacer un interés político o ideológico y confunda poder con persona nada se aportará para el mejoramiento del sistema.

El próximo miércoles se realizará la apertura del año judicial en la provincia de Santa Fe. No será un acto más, sino que este año se eligió Rosario para comenzar las actividades y con presencias trascendentes. Estará el gobernador Jorge Obeid, la ministra de la Corte Suprema de la Nación, Elena Highton de Nolasco, ministros de cortes supremas de todo el el país, intendentes de diversas ciudades santafesinas, funcionarios nacionales, legisladores y figuras notables del ámbito jurídico del país. En el marco de este acto habrá otro para tener en cuenta: se firmará un convenio por el cual el Poder Judicial santafesino asistirá técnica y científicamente al de La Pampa. No es la primera vez que la justicia de Santa Fe asiste a otras provincias y esto tiene un gran significado y demuestra que aquí se han hecho cosas más que interesantes para el desarrollo y mejoramiento de la justicia y que otras estructuras judiciales del país quieren imitar lo realizado.

No obstante que no es posible dejar de reconocer que, como en toda institución, hay errores y dificultades, no sería justo cometer el error de no reflejar otra realidad de la justicia santafesina que ocupa casi toda la escena: El Poder Judicial en la provincia de Santa Fe funciona aceptablemente y debe aclararse que cuando se refiere a Poder Judicial no sólo se involucra a magistrados y funcionarios, sino a los auxiliares de la justicia, como los abogados y a todos aquellos que coadyuvan al accionar de la institución.

Respecto de los profesionales, esto es de los abogados, merece se destaque algo que pocas veces se dice: Santa Fe, y Rosario en particular, tiene el privilegio de contar con abogados ilustres, juristas reconocidos en el país y en el exterior, filósofos del derecho que han aportado a las diversas corrientes de pensamiento conclusiones paradigmáticas. Por otra parte, en la provincia de Santa Fe hay magistrados reconocidos incluso a nivel mundial por sus conocimientos y puede decirse que la magistratura en Santa Fe, salvo casos que nunca faltarán, no puede sino calificarse de buena.

No obstante ello, el Poder Judicial ha recibido críticas, con frecuencia injustas y formuladas por quienes muy pocas veces ingresaron a un juzgado y bucearon en la realidad y los medios con los que se desarrollan las tareas. Esto no es extraño, pues hasta políticos se encargaron de hacer "política" a costa del Poder Judicial santafesino. Cuando en la Nación aún era un sueño que un organismo como el Consejo de la Magistratura se encargara mediante un sistema transparente de la elección de los jueces, el gobierno provincial, junto con magistrados y abogados, puso en marcha aquí el organismo que funcionó hasta hoy de manera casi impecable. Cuando en otros lugares del país parecen haber existidos "teléfonos rojos" con los que se dirigían políticamente determinadas causas y ciertos magistrados lo permitían eso no ocurrión en Santa Fe y cuando se sospechó de algún magistrado que no sintonizaba con lo que se entiende por justicia, el juicio político no se hizo esperar alentado desde el mismo seno del Poder Judicial.


Mejoramientos edilicios y técnicos
No faltó tampoco el trascendente trabajo del mejoramiento de la estructura. Rafael Gutiérrez, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, ha expresado hace pocas horas que "advirtiendo los nuevos desafíos, exigencias y requerimientos que se vislumbran, la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe, como cabeza de uno de los tres órganos del gobierno del Estado, supo interpretar la necesidad de encarar un profundo plan de modernización y transformación que permitiera satisfacer dichos requerimientos. Sin duda, y al concebirse como un plan dinámico, ha permitido su continua adaptación en atención a los requerimientos, pero siempre en el marco de objetivos claros y comunes que supieron sostener las distintas integraciones del máximo tribunal. En los últimos años -dijo el magistrado- ha tenido un renovado y decidido impulso, concentrando su atención en los temas referidos a un nuevo sistema de administración y gestión, jurisdiccional y administrativo; informatización; construcciones edilicias; métodos alternativos de resolución de conflictos a través de la mediación; capacitación continua a través de su propio Centro de Capacitación, de todos los niveles de la estructura del Poder Judicial y de quienes se vinculan con el servicio (medios de comunicación, postulantes a ingreso, etcétera). Basta recorrer los tribunales de Rosario para advertir algunas de las cosas que menciona el magistrado.

Mientras tanto, la justicia santafesina debió absorber el impacto del tremendo incremento de causas judiciales de los últimos años. Al hablar y rescatar el trabajo del Consejo de la Magistratura Rafael Gutiérrez advirtió sobre su importancia para que "que se constituyan en los mejores líderes de las unidades jurisdiccionales creada por ley y las que en más la Corte Suprema de Justicia reclama para dar debida respuesta a la siempre creciente litigiosidad. Baste señalar -dijo- que en el transcurso del año 2005 fueron 450.000 causas las ingresadas, cuando en 1985 fueron 200.000". Obviamente para lograr resultados se requiere empeño y como dice Gutiérrez "además del compromiso, decisión y voluntad empeñada por la Corte Suprema de Justicia y el Poder Judicial todo, de los recursos materiales y humanos necesarios que permitan su concreción. Así se podrá alcanzar el objetivo de constituirse en un Poder Judicial moderador frente a la cada vez más conflictiva realidad social, caracterizado por su independencia, la clara conciencia de su misión institucional y la autolimitación en el respeto debido de las competencias de los órganos del Estado. Seguramente la rápida obtención de los recursos y objetivos perseguidos permitirán hacer realidad la más eficaz y eficiente prestación del servicio de justicia en favor de los destinatarios finales, quienes son los integrantes de la comunidad toda, a los que nos debemos".

Finalmente, debe decirse que la doctora Highton de Nolasco, el próximo miércoles, se referirá en Rosario a un tema relevante: "Los desafíos de la justicia en el siglo XXI". Evidentemente que los desafíos son muchos no sólo para el Poder Judicial sino para la sociedad. Entre ellos evitar que se erosione a un poder de la República que es la única y última esperanza del ciudadano cuando los hombres de otros poderes se muestran indiferentes.
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