Año CXXXVII Nº 49026
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 12/02
Mujer 12/02
Economía 12/02
Señales 12/02
Educación 11/02
Estilo 21/01
Educación 30/12

contacto

servicios
Institucional


 domingo, 19 de febrero de 2006  
Los prostíbulos de Amsterdam, en su primer día para los curiosos
La iniciativa apunta a revertir la mala reputación del Barrio Rojo, por las denuncias de trata de blancas

El famoso Barrio Rojo de Amsterdam tuvo ayer su primer "día abierto", cuando sus espectáculos y prostíbulos dieron a multitudes de visitantes curiosos una entrada gratis para intentar revertir la mala reputación del lugar.

Armados con una lista de 25 establecimientos que abrían sus puertas y corrían sus cortinas rojas, cientos de turistas y locales aprovecharon la oportunidad de ver el cuarto de una prostituta, ver un breve espectáculo en vivo o charlar con una bailarina.

Dramáticos informes de prostitución forzada y tráfico de mujeres han causado un fuerte malestar público en los últimos meses. Incluso varios concejales de Amsterdam pidieron el Barrio Rojo, que tiene 800 años de antigüedad, lo que provocó la furia de muchas trabajadoras del sexo.

"El día abierto es en parte para promover el barrio rojo pero también para ayudar a cambiar la imagen que se tiene del área, porque creemos que es demasiado negativa", dijo una de las organizadoras, Mariska Majoor, ex prostituta que ahora tiene un centro de informaciones en el barrio.

La prostitución es legal en Holanda desde el 2000. Las trabajadoras del sexo son independientes y pagan impuestos.

Sin embargo, un grupo de derechos humanos estima que alrededor de 3.500 mujeres son llevadas a Holanda cada año desde el este de Europa y Asia para trabajar en burdeles secretos o agencias ilegales, donde en general son mantenidas cautivas y sufren abusos.

Las autoridades turísticas admiten que el barrio -un sector de angostos callejones y canales llenos de sex shops, burdeles y carteles de neón- es una atracción tan importante como los museos y los cafés, donde es legal fumar y vender marihuana.

Las mujeres del Barrio Rojo aprovecharon ayer la ocasión para romper con algunos mitos.Candy, una bailarina francesa de 39 años, se sentó en su posición usual detrás del mostrador del Bar Banana, bromeando con los visitantes y posando para las fotos. "La gente que vino ve que es divertido, que es un entretenimiento", dijo.

Ina Van Leyan, una habitante de Amsterdam de 49 años, dijo que esperaba que esa área no fuera cerrada: "Pertenece a Amsterdam. Es para los turistas, es para los hombres sin esposas, es una parte clave de nuestra ciudad", apuntó. (Reuters)
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
La empleada de un bar orienta a una de las turistas que visitaron el Barrio Rojo.


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados