La Capital
Archivo Buscador: Avanzada  
Restaurantes Profesionales
Año CXXXVII Nº 49674
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Economía
Escenario
Señales
Mujer
Turismo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 25/11
Mujer 25/11
Economía 25/11
Señales 25/11
Educación 24/11
Estilo 10/11
Página Solidaria 17/10

contacto
servicios
MDLC





 domingo, 02 de diciembre de 2007  
candi
Charlas en el café del Bajo
—A veces tengo la casi desesperante sensación de que a este camino de la vida, muchas partículas de la humanidad, esto es muchos seres humanos, lo transitan en compañía, pero en una infinita y eterna soledad. Y es por eso que con frecuencia sobreviene ese regusto amargo en el corazón que sube hasta el espíritu; ese reflujo que arde en el alma. Aquel cuya vida la transita solo y reniega de su soledad, no sabe de esa otra soledad que se padece en compañía. El mundo se divide, se puede clasificar, en cuanto corresponde a seres humanos, en buenos y no tan buenos (porque yo creo que malos hay muy pocos, solo ocurrió que el hombre olvidó su destino), pero hay también otra segmentación importante: líderes y conducidos. Sin embargo, el concepto de liderazgo se trocó por el de jefatura y los jefes han condenado, con sus actitudes, a los dirigidos a la soledad de la compañía. Estos dirigentes “envían”, en una pseudo-compañía, al hombre común, pero no siempre hacia el destino que todo ser humano merece. Esto ha generado, entre los peregrinos, una conducta usual que no es sino una forma de supervivencia: que cada quien trate de llegar por su cuenta y a cualquier precio al propósito que es común a todo ser humano: la felicidad. Y esta mala pauta cultural, cuyo efecto y a la vez esencia es que se salva el más hábil, el más inteligente, él más poderoso o el más inescrupuloso, ha devenido en dos fenómenos dramáticos para la especie humana: El uno es que se ha trastrocado el concepto de felicidad y se lo comprende hoy como la satisfacción exacerbada de los sentidos. El otro es un verdadero crimen de lesa humanidad: el más débil en lo material, (pero que con frecuencia suele ser sensible y elevado espiritualmente) sufre la condena a la retaguardia lejana, cuando no a la prohibición de seguir andando por el camino de la vida. El síndrome de la soledad en compañía no lo padecen todos, pero está en todas partes. En el hogar, en el trabajo, entre los amigos, en el poder y el no poder. Es un maldito virus que nace crece y se reproduce cuando el líder es sacado de la escena o rompe su compromiso, y al sí de su palabra lo transforma en una negación de la acción adecuada. No hay que ser presa de la confusión. No se puede confundir jefe con líder. Son cosas distintas, por eso en una familia, en una empresa, en un gobierno o en cualquier grupo humano puede haber un jefe, pero también un líder. El jefe ordena (a veces la orden carece de visos de lógica, razón y justicia). El líder, en cambio, ama, apuntala al otro, lo contiene, lo ayuda y lo guía por el camino de la vida para que realice su obra lo mejor que le sea posible. El jefe, especialmente el de nuestros días, puede fallar y es sustituible. Si el líder falla se pierde todo. Por ello, no todo el que tiene un cargo o poder es necesariamente un líder. Un hermano manda, pero el otro es el líder. El esposo se supone conductor y da indicaciones, pero con frecuencia la esposa es la líder. Claro que lo bueno para la persona, para la humanidad sería que quienes dirigen posean además el don de liderazgo, pero esto no siempre es así y ciertamente que en nuestros días la conjunción raramente ocurre. Los líderes (incluso los ocultos) deben asumir el compromiso, aun anónimamente, aun sin reconocimiento y a pesar de todo. Solo ustedes, líderes, (con frecuencia anónimos) salvarán al ser humano y a la humanidad.

Candi II

([email protected])




clima mas
Mín 20º - Máx 33º
nubosidad-variable.gif

encuesta
¿Está a favor de que las facturas de la EPE sean mensuales?
No
Votar Resultados


la frase del día
"La gula es tentación, pero comer cosas ricas en su justa medida no está mal"
Hermana Bernarda
Monja y cocinera
Ver noticia


tapa edición impresa

la foto del día ampliar foto
ampliar foto

humor mas humor
ampliar

Cotizaciones
noviembre 30, 15:00 hs
Minorista Comp. Vend.
Dólar $3,135 $3,175
Euro $4,660 $4,760
Real $1,720 $1,880


     Tráfico medido por Certifica.com
La Capital Institucional Red Comercial
Copyright 2003 | Todos los derechos reservados