La Capital en EEUU. Alto en el cielo. El intendente anticipó la propuesta ya de regreso de su gira por California

La Municipalidad quiere limitar las construcciones de altura en el centro

El plan busca un equilibrio tras el auge de las torres y se presenatará antes de fin de mes. Adelantaron que la zona donde habrá más exigencias será la de entre Oroño, Pellegrini y el río

Daniel Abba / La Capital (Los Angeles-Enviado Especial)

Ante la fiebre de la construcción, la Municipalidad busca poner límites a través de nuevas regulaciones a los edificios que se levantan en la ciudad, sobre todo en el radio central limitado por Oroño, Pellegrini y el río Paraná. Para ello, se prevé presentar antes de fin mes un proyecto para regular las construcciones en altura tanto en el centro como en el macrocentro. El objetivo es encontrar un punto de equilibrio en medio del auge de las nuevas torres, pero sin caer en la prohibición absoluta.

  La iniciativa fue adelantada a La Capital por el propio intendente Miguel Lifschitz, casi de regreso de su gira de Estados Unidos. Según se pudo saber, se permitirán edificios en altura, pero “no indiscriminadamente”, al tiempo que se trabajará en la preservación de las casas de valor patrimonial.

  La fecha para anunciar las nuevas pautas es el martes 27 de este mes, según indicó el intendente. Y la idea es que ese día también se presente el estudio realizado por técnicos de la Secretaría de Planeamiento, junto a docentes, investigadores y alumnos de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

  Así, la Municipalidad encara un proyecto a través del cual se propone establecer una mayor regulación a la construcción edilicia del centro y macrocentro. Pero no todas las zonas tendrán el mismo tratamiento, ya que se prevén distintas condiciones para cada sector y las mayores exigencias serán para el radio de Oroño, Pellegrini y el río Paraná.



Polémicas. Aunque los objetivos centrales son reordenar la trama urbana y encontrar un equilibrio en medio del auge de la construcción, el proyecto busca evitar las constantes violaciones a las normativas vigentes y las polémicas.

  Uno de los últimos casos testigo fue el de la torre Victoria Río, en Wheelwright al 1400, una obra que en enero pasado fue clausurada por el municipio por edificar más de lo que estaba aprobado en el proyecto original. Ahora se deberá recortar lo que se hizo sin autorización (ver página 4).

  Incluso en medio los proyectos inmobiliarios que son bien recibidos por revitalizar sectores abandonados de la ciudad, siempre aparecen las objeciones por no existir límites claros a las dimensiones que pueden tener.

  Eso sucedió con la propuesta aprobada por el Concejo en noviembre pasado que permite levantar cinco torres en los terrenos que pertenecieron a la Yerbatera Martin, sobre avenida de la Libertad entre Colón y Ayacucho. Tanto los vecinos como el edil del ARI, Nire Roldán, plantearon su “preocupación” porque “se pretende construir mucha altura y generar así un problema de contaminación visual”.

  Pero si de polémicas se trata, la torre Aqualina fue la iniciativa que más polvareda levantó. Ya en 2003 el proyecto de hacer una mole de 39 plantas en el límite norte de avenida de la Libertad desató cuestionamientos y dos expedientes judiciales.

  Y un verdadero vendaval generó el caso de Laprida 1818. Allí, hicieron una torre que debía ser de diez pisos, pero llegó a los 14. La violación a las normas costó una multa de 273 mil pesos, pero también un escándalo porque quien aparecía a cargo de los trabajos y su hermana eran empleados de la Dirección de Obras Particulares, oficina que otorga los permisos. l

Se permitirán edificios de altura pero no "indiscriminadamente", como sucede ahora.