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domingo,
08 de
octubre de
2006 |
Presupuesto participativo. Del centenar de proyectos se perfila una clara tendencia al equipamiento sanitario y ayuda social
Los vecinos piden inversión en salud y capacitación laboral
En el ránking de los cinco proyectos más votados gana la mejora de los hospitales. Se cuadruplicó la participación
Lucas Ameriso / La Capital
La segunda ronda del presupuesto participativo que tuvo lugar el jueves pasado dejó una foto muy concreta de las necesidades de la gente en los seis distritos de la ciudad. Los 8.466 vecinos que sufragaron entre 122 proyectos en danza dejaron en claro que los 27,5 millones de pesos disponibles para el ejercicio del 2007 quieren que se destinen a salud e inserción laboral. El equipamiento hospitalario y los programas de capacitación en oficios son dos prioridades fundamentales, a las que le siguen la pavimentación de calles e iluminación junto a otros proyectos singulares de cada distrito. A modo de balance, el incremento en la concurrencia de vecinos a las urnas fue otro aspecto llamativo. Si se la compara con el año pasado, la afluencia de vecinos aumentó un 300 por ciento, aunque todavía no muestra una participación masiva. Quienes concurrieron a los minimunicipios pudieron elegir mediante el voto electrónico, un mecanismo que de ahora en más quedará incorporado a la consulta ciudadana.
La Secretaría General municipal lleva registrada la evolución año tras año de la participación de la gente en la confección del presupuesto. A modo de ejemplo, mientras que en el 2005 al distrito Centro acudieron 194 votantes, el jueves pasado votaron 1.352 vecinos. Un comportamiento que se reproduce en el resto de los cinco minimunicipios distribuidos por la ciudad (ver página 4).
Lo cierto es que entre el centenar de los proyectos sometidos a consideración del voto ciudadano, en los seis distritos se impusieron la inversión en hospitales, centros de salud y los programas de capacitación en oficios.
Los 27,5 millones de pesos serán distribuidos en porcentajes idénticos: 4.534.000 por distrito, que servirán para ejecutar un número variable de proyectos votados el jueves pasado, en función de cada monto en particular.
Pero si se toman el ránking de los primeros cinco se advierten datos coincidentes. En el Norte se comprará un equipo de imágenes para el Hospital Alberdi, en el Centro un equipo de rayos para el Hospital de Niños Vilela, en el Sur equipamiento y reformas en el Hospital Roque Sáenz Peña, junto a mejoras en el centro de salud Luis Pasteur, y en el Noroeste un móvil quirúrgico para el Instituto Municipal de Sanidad Animal (Imusa).
Luego, en todos ellos figuran programas de capacitación en oficios para jóvenes y adultos, para mujeres, talleres de violencia familiar, animadores sociales y un parador nocturno para niños y adolescentes. Hacia abajo de las listas en los distritos, se desgranan obras de pavimentación e iluminación.
En las 55 asambleas desarrolladas entre marzo y abril de este año se eligieron más de 470 consejeros que han sido los encargados de transformar esas ideas en 122 proyectos.
Para definir cuáles resultarían los "ganadores" en esta segunda ronda, la Secretaría General puso en marcha el voto electrónico. Así, los 8.466 vecinos que sufragaron el jueves pasado tildaron sus proyectos preferidos en una computadora que permitió un escrutinio casi instantáneo. Además, se imprimió una boleta que fue a parar a una urna, como respaldo del proceso informático.
Desde hace cuatro años
Desde el 2002, el municipio puso en marcha este mecanismo de elección directa de la población en la definición de prioridades y la distribución de los recursos del presupuesto.
El año pasado, el presupuesto participativo fue de un 8por ciento del monto de libre disponibilidad, el 2006 tuvo un índice similar y la proyección para el año venidero será de aproximadamente un 14por ciento.
El proceso comienza con la primera ronda de asambleas barriales, en el mes de marzo. En ese momento, las vecinas y vecinos concurren a asambleas en lugares cercanos a su domicilio, para intercambiar ideas sobre su barrio, sus necesidades y las posibles soluciones. En esta misma asamblea, se eligen delegados de cada área barrial (que se denominan consejeros) y conforman, una vez terminada la primera ronda, los consejos participativos de distrito (aproximadamente 40 consejeros por cada minimunicipio).
Durante los meses siguientes, estos consejos se reúnen periódicamente para trabajar en conjunto con equipos técnicos de las distintas secretarías del municipio, con los secretarios y demás funcionarios responsables sobre las cuestiones que quedaron registradas desde la primera ronda.
Se va conformando así una lista de propuestas de cara a la segunda ronda, donde se analiza la factibilidad técnica y la estimación del monto de dinero que cada proyecto demanda.
Una vez votados, se considera la elección de los vecinos sin modificaciones para la elaboración del capítulo de presupuesto participativo que integrará el presupuesto municipal del año entrante.
A partir del 2004, el presupuesto participativo modificó la forma de trabajo: antes los vecinos elegían prioridades a ejecutarse, pero desde hace dos años se votan directamente proyectos con asignación presupuestaria específica.
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Fotos
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Capacitación para jóvenes fue el proyecto más votado en el Distrito Oeste.
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