| domingo, 26 de septiembre de 2004 | Educación Aires de lectura Marcela Isaías / La Capital Hace unos meses, la noticia era Victoria, una nena de siete años que participa del Voluntariado de Lectura compartiendo historias en la sala de espera del Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Su experiencia sorprendió a todos. En esta semana, otra novedad relacionada con la idea de llevar la lectura a un lugar de privilegio volvió a llamar la atención: el Ministerio de Educación inauguró en la estación de ómnibus de Retiro -Buenos Aires- una sala de lectura, con libros y revistas a disposición de los pasajeros. Según el ministerio, la iniciativa se extenderá a todo el país.
Lo cierto es que al mismo tiempo que muchos se quejan por la falta de lectura en los niños y adolescentes, las decisiones para recuperar espacios donde las narraciones y cuentos tengan lugar parecen multiplicarse. Y, a decir verdad, más allá de las decisiones oficiales como la tomada por las autoridades educativas de habilitar esta sala en Retiro, también es auspicioso que muchos se contagien con la idea y compartan con otras personas horas de recreación con los libros.
No son poca cosa, en este marco, las actividades que desde hace casi un año realiza el Voluntariado de Lectores para Niños y Adolescentes en Rosario. La propuesta -auspiciada por el Programa de Promoción a la Lectura de la Sociedad Argentina de Pediatría- cumplirá el 9 de octubre próximo su primer año.
Desde entonces, un grupo de personas (ya son unas cincuenta) integrado por jubilados, amas de casa, profesionales, y hasta una niña como Victoria, recorren salas de hospitales o de organismos públicos compartiendo un rato de su tiempo.
"Incorporar la lectura con tanta seriedad como el plan de alimentación o las vacunas ejerce una influencia positiva en el desarrollo intelectual y afectivo del niño", decía el médico Osvaldo Blanco cuando en octubre del 2002 presentó el programa de promoción de la lectura "Invitemos a leer", una guía elaborada por la Sociedad Argentina de Pediatría y la Fundación Leer, con el apoyo de la Fundación Sociedad Argentina de Pediatría y el asesoramiento del rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Guillermo Jaim Etcheverry.
En Rosario, la idea tomó impulso en el Comité de Educación para la Salud de los pediatras locales. Y a partir de ese momento contó con el aporte de lectores voluntarios y los libros aportados por la Asociación de Bibliotecas Populares.
Según afirman quienes participan de la propuesta, a un año de comenzada esta experiencia se ha crecido en la labor y en interesados que trabajan en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, el Hogar del Huérfano, el Hogar de Mujeres Víctimas de la Violencia y el Hogar Encuentro, a los que se agregaron el Hospital Alberdi, sala de Pediatría, Centro de Salud San Martín y Escuela Bilingüe Nueva Esperanza.
Encuentro Los integrantes de este voluntariado se reunirán para el aniversario de la experiencia -el sábado 9 de octubre- en la Biblioteca Pedagógica Eudoro Díaz, Alem 3078, a las 16. La ocasión está pensada para reunir a los voluntarios que participan, pero también a quienes están interesados en unirse al programa. Como invitada especial estará la profesora Silvia Estela Velozo de Cusmai, quien hará su aporte a la formación de lectores a través de la narrativa infantil.
El año de trabajo del voluntariado en favor de acercar la lectura como un medio de expresión y una apuesta a la salud se vincula con las palabras del ministro de Educación Daniel Filmus, manifestadas al inaugurar las sala Ernesto Sábato -tal el nombre del espacio creado en Retiro-: "Debemos volver a colocar a los libros en un lugar central, para que nunca más haya gobiernos que se den el lujo de prohibir o quemar libros. Sabemos que la lectura genera gente creativa y crítica, que puede elegir qué leer y cómo construir una realidad mejor".
También en dicho espacio -que además contará con un lugar para los niños con el nombre de María Elena Walsh-, Filmus recordó que esa era la primera de una serie de salas de lectura y prometió que se seguirán abrieron a lo largo de país, "en aquellos lugares no tradicionales para llegar a todos los argentinos con los libros que tienen derecho a leer". enviar nota por e-mail | | |