La banda mexicana gira por Sudamérica con un disco exitoso y mensajes políticos

Molotov: "Es muy fácil crear polémica a lo idiota, complicado es cantar lo que uno opina"

Randy Ebright, baterista y rapero del grupo, dijo que las letras de la banda siempre tienen un sustento real

Carolina Taffoni / Escenario

Molotov se está despidiendo de "Dance and Dense Denso", pero el álbum que se editó el año pasado está más vigente que nunca. Temas como "Hit Me" y "Here We Kum" ya se convirtieron en clásicos del grupo, y la letra de "Frijolero", con críticas y burlas a George W. Bush, parece la banda sonora de los documentales de Michael Moore y de las campañas por "el cambio político" en Estados Unidos. El combo mexicano integrado por Micky "Huidos" Huidobro (bajo y voz), Tito Fuentes (guitarra y voz), Paco Ayala (bajo y coros) y Randy Ebright (batería y voz) mostró su potencia y su actitud el martes pasado con un recital en el Parque de España, y ahora se prepara para tocar en el festival Quilmes Rock y girar por Sudamérica. Además en noviembre estará en la calle su nuevo CD, el disco de covers "Con todo respeto".

En charla con Escenario, Ebright se despachó sobre el exitoso presente del grupo y su etiqueta de "polémico". Todo un personaje, el baterista y rapero que nació en un pueblito de Michigan y llegó a México en el 92, aseguró que "el rock sigue despertando conciencia".

-Con letras como la de "Frijolero" y las críticas que hacen en los recitales a presidentes como Bush o Vicente Fox, ¿se puede decir que Molotov es una banda políticamente militante?

-Nosotros nunca nos hemos encasillado. Hablamos de política como también hablamos de fiestas, peleas entre amigos, de racismo, de todas las cosas que suceden alrededor. De alguna manera, cuando uno habla de la vida cotidiana, siempre está hablando de política. Lo mejor es que nosotros podemos decirlo con sarcasmo y también con un tono serio.

-¿Y qué es lo que más les molesta de la vida cotidiana en México?

-Lo más molesto es la relación de Estados Unidos con Latinoamérica. Eso condiciona todo. La política exterior de Estados Unidos es un despapaye total. Yo tengo muchos familiares que han ido a guerras. Mi papá estuvo en Vietnam, y sé que eso no lleva a ningún lado, es completamente negativo.

-¿Volverías a vivir en Estados Unidos?

-Mientras esté Bush o cualquier otro republicano, no. Ahora hay muchos artistas haciendo campañas, y eso me da algo de esperanza. Es de lo poco bueno que hay en Estados Unidos. Los artistas están tomando responsabilidades, tratando de convencer a la gente de que use su poder.

-¿Pensás que el rock tiene ahora el mismo poder de transformación que en los años sesenta?

-Creo que en los últimos años se demostró que el rock sigue despertando conciencia. Cuando crecés en Estados Unidos te das cuenta de que el americano medio es una persona totalmente programada, hace su trabajo y no le importa nada de lo que está pasando fuera de su pueblo, mucho menos lo que pasa fuera de su estado y muchisísimo menos lo que sucede fuera de su país. Esta situación ahora está cambiando, y creo que el rock y la tarea de difusión de algunos artistas, desde músicos hasta actores y directores de cine, ayudó al cambio.

-¿Existe un rock latinoamericano, con entidad propia?

-Diría que sí. De México y de Argentina están saliendo muchas bandas que exponen lo suyo en Estados Unidos y Europa. Y los medios de afuera les están prestando atención, sobre todo a las letras. También se cruzan las músicas de unos países a otros, y eso hace a una unidad. El primer show que yo hice con Molotov era abriendo a los Babasónicos en un festival en el DF. Yo llegué a México en el 92 y el primer disco que escuché en español fue "Canción animal", de Soda Stereo. Los demás integrantes del grupo crecieron escuchando rock argentino. Para el disco de covers grabamos una versión de "Nos siguen pegando abajo", de Charly García, pero al final no quedó en el álbum.

-¿Cómo es la relación de ustedes con Café Tacuba? ¿Se sienten líderes de la movida del rock mexicano actual?

-La relación es muy buena, pero no nos sentimos líderes para nada, a lo mejor somos los más expuestos. Hay un montón de grupos buenos en México que lamentablemente no tienen difusión. Lo que hacemos nosotros es usar nuestra difusión para dirigir la atención a grupos que nos gustan. Para esta gira estamos trayendo a Las Ultrasónicas, una banda de tres chavas que es buenísima.

-¿Cómo se ve desde adentro la escena rockera en México?

-Muy difícil, como en toda Latinoamérica. Las disqueras están en crisis, tienen mucha menos lana para invertir. Nosotros, en plan de sobrevivir, grabamos el último disco en un estudio que nos armamos, porque ya no dan los presupuestos para ir a grabar a Los Angeles. Molotov se salva porque es un grupo conocido, pero si eres una banda que recién empieza estás en problemas.

-Siempre se habla de Molotov como un grupo controvertido, ¿eso ya es un clisé o les gusta generar polémica?

-A nosotros nos da igual. Es muy fácil crear polémica a lo idiota, lo complicado es cantar lo que uno opina realmente, y metiendo un poco de coco, de inteligencia. Es muy fácil hacer una melodía y gritar arriba "chinga tu madre", pero si no hay una historia detrás, eso no es real, no es honesto.

-¿Las polémicas rinden comercialmente?

-Con el primer disco ("Dónde jugarán las niñas", del 97) hubo algo de eso. El morbo que crearon en los medios en torno a la tapa y algunas letras ayudó muchísimo a vender el disco. Eso ha pasado en la historia del rock mil veces, la gente consume lo prohibido. Muchos conocían el nombre de Molotov, pero a partir de ahí quedó expuesto en la televisión y en la radio. Nos ayudó a convocar, pero eso no quiere decir que busquemos ningún escándalo porque sí, lo que hacemos siempre tiene un sustento.

-¿De qué se trata el disco de covers?

-Tiene temas de grupos muy diferentes: los Toreros Muertos, los Beastie Boys, los Misfits, Queen y una banda mexicana poco conocida, los Amantes de Lola. Ellos tenían una muy buena canción y nosotros la destrozamos (risas). Las versiones son muy diferentes a las originales, esa es la gracia de un disco de covers, si no no tiene sentido.

La banda critica duramente a Bush.