| sábado, 04 de septiembre de 2004 | Argentina enfrenta a Perú por las eliminatorias tras su gloriosa conquista en los Juegos de Atenas La historia después del oro Marcelo Bielsa no confirmó el equipo que jugará desde las 21 en el estadio Monumental en Lima Capricho del destino o simple casualidad, la vuelta al ruedo del seleccionado argentino tras su conquista de la medalla dorada en los Juegos Olímpicos no será en el país sino aquí, en Lima, bien lejos del calor popular que seguramente hubiera recibido el equipo si le hubiese tocado jugar en Buenos Aires.
Se trata de un detalle, simplemente, aunque sirve para pintar que la ciclotímica relación entre Marcelo Bielsa y el público argentino siempre se encuentra con algún "pero" en el camino.
A falta del cariño de su propia gente, la Argentina se encontrará con un clima seguramente adverso cuando hoy enfrente al necesitado Perú por el octavo capítulo de las Eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006.
El partido se jugará en el estadio Monumental de esta ciudad a las 19 hora local (21 de Buenos Aires) y será arbitrado por el brasileño Carlos Simón, quien ya dirigió a la Argentina en sus empates 1-1 frente a Colombia, por la cuarta fecha, y 0-0 ante Paraguay, en su última presentación eliminatoria.
El equipo dirigido por Bielsa llega ubicado en la segunda posición con doce puntos, uno menos que el líder Brasil, que mañana recibirá a Bolivia. Y, como manda y exige la historia, se presume que la Argentina no tendrá mayores dificultades para conseguir uno de los cuatro pasajes y medio disponibles en Sudamérica para Alemania 2006.
Distinto es el panorama de Perú, mucho más apremiado porque marcha séptimo y en los alrededores de su concentración se respira un ambiente tenso, un poco por la pobre cosecha como locales en las eliminatorias (sumaron apenas cinco de los doce puntos disputados) y otro por el rechazo hacia el técnico brasileño Paulo Autuori, cuya continuidad estaría en duda en caso de una derrota.
De todos modos, Perú está a apenas dos puntos de Chile y Paraguay, que se estarían clasificando para el próximo Mundial como tercero y cuarto, respectivamente, por lo que su situación tampoco es tan crítica como muchos pretenden hacer creer aquí.
La gente y los jugadores peruanos viven al choque de hoy como la posibilidad de vengar su eliminación a manos de la Argentina de la Copa América que se disputó aquí. Aquel encuentro de cuartos de final, jugado el último 17 de julio en la ciudad de Chiclayo, fue resuelto por un estupendo tiro libre de Carlos Tevez que sirvió para quebrar un partido parejo y deslucido.
Argentina, que por eliminatorias hace dos partidos que no gana (1-3 en su visita a Brasil y 0-0 con Paraguay en River), pondrá en cancha desde el arranque a siete de los jugadores que ganaron el oro en Atenas, a quienes se agregarán Roberto Abbondanzieri en el arco, Gabriel Milito como stopper por la izquierda y dos incondicionales de Bielsa como Javier Zanetti y Juan Pablo Sorín en el mediocampo.
Ante las ausencias de los lesionados Walter Samuel y Roberto Ayala, Bielsa pondría como último hombre a Gabriel Heinze, quien pasó súbitamente de cuasi desconocido a puntal de la defensa, con Fabricio Coloccini a su derecha y Milito en el otro costado.
En el medio, Zanetti y Sorín escoltando a Javier Mascherano, cada vez más jugador, cada vez más líder, y Andrés D'Alessandro como enganche porque Pablo Aimar no fue cedido a tiempo por el Valencia y Juan Sebastián Verón sigue recuperándose de su lesión.
Adelante, Bielsa se inclinaría por Mauro Rosales, Tevez y Cristian González, quien se adelantará unos metros pues en los Juegos Olímpicos jugó como volante por la izquierda. César Delgado, el Chelito, iría al banco de suplentes, aunque como Bielsa no confirmó la formación, tampoco hay que descartar que ingrese de entrada.
¿Perú? Se presume que jugará con un planteo un poco más ambicioso que en el del partido de la Copa América, cuando jugó con Andrés Mendoza como único delantero porque Flavio Maestri y Jefferson Farfán estaban lesionados. Ahora, Autuori se inclinaría por ellos dos para intentar lastimar arriba.
Bañada en oro, Argentina vuelve a salir escena. Sería bueno que gane, pero más todavía que el equipo ratifique sus intenciones de jugar por abajo y de darle más cabida a la inspiración y a la sorpresa que a los movimientos mecanizados que la llevaron al fracaso en Japón y Corea 2002. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El entrenador arriba a la concentración en Lima. | | |