La Capital
Año CXXXVII Nº 48564
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 07/11
Mujer 07/11
Economía 07/11
Señales 07/11
Educación 06/11
Campo 06/11
Salud 03/11
Autos 03/11


Ediciones Especiales
Champions Trophy
contacto


servicios
Institucional


 domingo, 07 de noviembre de 2004  

candi
Charlas en el Café del Bajo
[email protected]

-Eugen Borowitz, autor del libro "Para comprender el judaísmo", escribió en el año 1984 un artículo donde analiza el fracaso humano, su tremenda y devastadora consecuencia en el espíritu y la psiquis. Dice: "No previmos la posibilidad de un fracaso profundo o duradero. Nunca creímos que nuestras mejores ideas pudieran ser tan pequeñas, nuestros planes tan inadecuados..." Añade más adelante algo de una verdad incontrastable que, muy lamentablemente, cada vez se advierte más: "El resultado (por el fracaso) no es sólo una desazón moral, sino una época en la cual en medio de la mayor opulencia y libertad que jamás se ha disfrutado el más común problema psiquiátrico que nos aqueja ya no es la culpa sino la depresión. Al tomar conciencia de nuestros fracasos -añade- dejamos de creer en nosotros mismos y no podemos siquiera hacer el bien porque el fracaso nos convenció de que todo lo que hacemos carece de valor". Desde luego, Borowitz insta a filósofos, psicólogos y religiosos a alentar al hombre que se siente fracasado. Claro, si advertimos que éxito y fracaso son hechos existenciales que se miden hoy con la escala individualista y consumista de lo que uno posee como persona en lo material e intelectual y no con aquella medida más excelsa, más elevada, de lo que uno ha logrado ser en lo espiritual y mental, concluiremos en que el fracaso es un golpe rudo que derriba al hombre y lo deja en soledad.

-A propósito, escuchaba a Roberto Fontanarrosa en un reportaje que le hicieron anteanoche en un canal porteño y me hizo sentir tan tremendamente bien cuando con simpleza, pero con gran profundidad, dijo que el principal logro de una persona es ser bueno. Y sin embargo, las metas que se propone el hombre son frívolas, insustanciales, efímeras. Si se alcanzan no es sino a fuerza de haber dejado de lado a veces cosas importantes en la vida. Por cierto, deben ser mantenidas a costa de pagar un precio usualmente caro y si se pierden o no se alcanzan, como dice Borowitz, provocan una tremenda desazón, a veces rayana en la depresión. Y como bien sostiene usted, Candi, la soledad gana el espacio que le corresponde al amor. Porque en definitiva, y volviendo a lo que decía Fontanarrosa, uno es bueno si ama. Me permito expresar lo siguiente: la frustración genera inmediatamente un vacío y en consecuencia aparece el sentimiento de soledad. En la tristeza y soledad, derivadas de la frustración por un éxito no alcanzado, sea éste de índole material o de carácter afectivo, hay una ausencia de amor o de algo amado. Ahora, esta ausencia de la cosa amada, deseada o necesitada, esta soledad puede ser superada con facilidad si no se produce otra ausencia, en cuyo caso la soledad pasa a ser una patología, un mal tremendo.

-Me interesa esto Inocencio, prosiga.

-Esa otra ausencia a la que me refiero es el amor por sí mismo. Cuando el ser humano no percibe su "yo" trascendente o supone que tal "yo" carece de suficiente valor o siente que la existencia de ese "yo" no tiene sentido, entonces ha dejado de amarse, se ha perdido a sí mismo, la soledad lo abarca todo y el resultado puede ser nefasto. Esto es lo que jamás deberia ocurrir.

-Tiene mucha razón Inocencio. Entonces, como dice Kushner el ser humano a veces es tan soberbio -aun en su tristeza- que ni siquiera permite que lo valore Dios. Y yo añadiría que es tan necio que a veces (y en esa frustración existencial en la que se encuentra) tampoco posibilita que lo valoren otros seres. Este tema del amor, la soledad y las frustraciones es muy, pero muy importante porque en algún momento de nuestras vidas la soledad llega y hay que estar preparado para afrontarla. Diré, a propósito, que una reconocida psicóloga, Zunilda Gavilán Martiarena, tratará esta cuestión en un ciclo que comenzará el miércoles 17 de este mes, a las 19.30, en Cyrano, Corrientes 726. El tema de la charla será "El espacio de la soledad". La entrada será libre y gratuita, pero recomiendo hacer reservas al teléfono 4495252 por la limitación en cuanto al espacio.

-Nosotros estaremos allí, Candi. ¿Su reflexión final?

-Lo copio a Fontanarrosa: no puede haber frustración si uno comprende que la bondad es el valor supremo. No puede haber soledad si hay amor. Amor, a pesar de ausencias; amor por la vida, por tantas cosas hermosas y por uno mismo. Nadie ama de verdad si no se ama primero a sí mismo. Y "ese amor" elemental por el "yo", lógicamente, no debe ser narcisismo.

Candi II
contacto

buscador

clima mas
Mín 7º - Máx 26º
despejado.gif

encuesta
¿Quién va a ser el campeón del Apertura?
Newell's Old Boys
San Lorenzo
Estudiantes de La Plata
River Plate
Vélez Sarsfield
Otro
Boca Juniors
Votar Resultados


la frase del día
"El cuento de la inversión ha servido para procesos de colonización y de apropiación enorme"
Elisa Carrió
Líder del ARI
Ver noticia


tapa edición impresa


humor mas humor
ampliar

horoscopo mas
Escorpio - 24/10 al 21/11
horoscopo

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados | Desarrollado por SPCOM