Quilmes y Gimnasia La Plata empataron 2 a 2

El prejuicio de que Quilmes y Gimnasia La Plata no eran capaces de ofrecer un agradable espectáculo, basado en sus opacos estrenos y la ausencia de figuras, quedó gratamente desterrado hoy con el emotivo 2 a 2 que ambos brindaron en el estadio Centenario.

A ninguno de los dos les alcanzó para lograr su primer triunfo en el torneo Apertura, pero al menos se retiraron con la certeza de que pueden jugar mejor de lo que lo hicieron en la fecha incial.



De todos modos, el punto será más valorado por la visita, puesto que la consiguió cerca del cierre y encima con un hombre menos a raíz de la expulsión de Abel Masuero -en el descuento también vio la roja Piatti-. Poco había sucedido cuando Gimnasia encontró el gol, al cabo de una polémica e ilícita jugada. Antonio Piergüidi se la llevó con una evidente mano, que el árbitro Carlos Maglio no advirtió. Después sí fue todo mérito de Ignacio Piatti, quien en la continuidad de la discutida maniobra definió por encima del arquero Damián Grosso con un sútil toque.

Además de romper la monotonía, el tanto sirvió para destrabar el juego, que de allí en más se tornó entretenido y de ida y vuelta.

Dentro de ese contexto, Quilmes, comandado por Torres y García, disfrutó de las mejores situaciones, pero recién sobre el final de la etapa iba a obtener su premio.

El “Cervecero” llegó al merecido empate a los 40, a la salida de un córner. Ejecutó Diego Torres desde la izquierda y tras un rebote, la pelota le quedó servida a Ibañez, que sacó un derechazo inapelable.

En el complemento comenzó mejor la visita y, de hecho, estuvo a punto de ponerse en ventaja cuando Luciano Leguizamón desperdició un mano a mano.

Quilmes comprendió que era momento de arriesgar y presionó más arriba. El cambio de actitud le rindió rápidos frutos ya que logró el desnivel con la misma fórmula del primer tiempo: centro de Diego Torres, gol de Ibáñez, quien empujó el balón de cabeza.

Los dirigidos por Alberto Fanesi intentaron justificar la diferencia con la tenencia del balón, más la movilidad de Torres y del ingresado Pablo Batalla.

Pero el dominio fue decayendo y para colmo a Gimnasia no lo afectó la expulsión de Masuero. Por el contrario, los de Troglio fueron más profundos con diez que con once.

A los 36 Santiago Silva remató por arriba del travesaño. Y un minuto después el “Lobo” arribó a la igualdad merced a un remate de Pierguidi desde afuera del área. (DYN)