|
domingo,
18 de
febrero de
2007 |
Reflexiones
Fátima hubo uno solo
Carlos Duclos / La Capital
En el Frente Progresista hay distanciamientos peligrosos, comprometedores, del éxito al que Hermes Binner aspira. La interna radical es un hervidero y, como se dijo en esta columna hace algún tiempo, poco falta para que un sector del radicalismo no conforme con las forma en que se construyó la fórmula Binner-Tessio vaya a internas dentro del Frente y haga detonar una bomba de consecuencias desgraciadas, inmediatas y mediatas, para esa alianza política y para la ciudadanía santafesina.
No son pocos los radicales que están pensando concurrir a las internas abiertas con listas propias y no son pocos, además, los que se sienten seguros de obtener en esa instancia electoral la primera minoría, los que significaría para el Frente Progresista y en especial para Hermes Binner un dolor de cabeza. ¿Por qué? Porque ello supondría que esta primera minoría obtendría no menos de cinco o seis diputados provinciales en la lista del Frente, y un buen número de concejales en ciudades importantes, como Rosario.
"Sin necesidad de negocios políticos, por la vía formal y correspondiente y con la frente bien alta conseguiríamos más", expresó sin vueltas un dirigente radical de una localidad cercana a Rosario. ¿Esta situación podría ser funcional al Frente para la Victoria? Desde luego que sí, pero se verá más adelante que también algunas situaciones en el Frente para la Victoria podrían ser funcionales al Frente Progresista.
Como sea, la idea de esta interna no es descabellada ni mucho menos y deja abierto un interrogante que expresa un hombre del justicialismo: "Con una Legislatura tan abigarradamente conformada, con tantos opositores y despechados ¿Cómo haría Binner para gobernar?" Puede que la pregunta tenga una intencionalidad política, pero no deja de ser un buen interrogante.
enviar nota por e-mail
|
|
|