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domingo,
18 de
febrero de
2007 |
Sol y agua
Cabellos protegidos en el verano
Con la llegada del calor, cada año se insiste en los riegos que implica la exposición a la radiación solar. Mucho se habla acerca de los cuidados que hay que tener en cuenta, de los factores de protección solar ideales, del horario recomendado para tomar sol, etcétera. Sin embargo a la hora de encarar el verano, en general, no se ahonda en la importancia del cuidado capilar para proteger el cabello de la sequedad producida por la exposición al agua salada, el cloro de la pileta, la arena o el sol.
“En la mayoría de los casos no se le presta mucha atención al daño que se produce en el cuero cabelludo como consecuencia de la radiación solar. Pero, en comparación con el resto del cuerpo, el efecto de una y otra exposición es el mismo”, señaló el doctor Gastón Charas, médico especialista en dermatología, integrante del equipo del Centro de Investigaciones Dermatológicas Chouela.
La radiación ultravioleta proveniente del sol provoca numerosos cambios en el pelo porque absorbe la humedad esencial y lo decolora. Sin embargo, el mayor daño lo sufre el cuero cabelludo que tal como el resto del cuerpo “se quema”, inclusive en los días nublados.
“Para evitar las quemaduras, lo más recomendable es usar un gorro o un sombrero tanto en la playa como en la ciudad porque el peligro se encuentra incluso caminando por la calle”, explicó el especialista.
Por otra parte, es importante tener en cuenta el horario en el que se recomienda tomar sol. Al respecto, el especialista puntualizó que “independientemente del uso del gorro o de determinados productos como una loción o un gel, se recomienda evitar la exposición solar entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde”.
Si bien actualmente existen en el mercado numerosos productos capilares (shampoos, acondicionadores o cremas de enjuague, fortificadores y revitalizadores, entre otros) que contienen filtro solar, lo más recomendable es evitar la exposición excesiva, especialmente en el horario más peligroso. “Aunque algunos laboratorios cuentan con productos protectores en spray que son los más utilizados, nadie se va a poner en la cabeza una crema o una emulsión; por eso es importante tener en cuenta el uso del gorro. En el caso de aquellas personas que son calvas es indispensable usar protector solar”, detalló el doctor Charas.
Si bien es real que el sol, el agua salada, el cloro de la pileta o el viento dañan la cutícula de la célula capilar dejando el cabello seco y poroso y reduciendo el nivel de melanina se trata de problemas estéticos que poco tienen que ver con el cuidado de la salud capilar.
Sin embargo, es una realidad que con la exposición a determinadas condiciones climáticas, el cabello se vuelve más frágil y pierde su belleza. “El daño que se genera en el cabello como consecuencia de la exposición al agua salada o al cloro de la pileta es un problema que pertenece exclusivamente al área estética”, finalizó el doctor Charas.
Para mayor información comunicarse a la Sociedad Argentina de Dermatología: www.sad.org.ar
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