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domingo,
18 de
febrero de
2007 |
Start up
Llegó la era de los intangibles
Eduardo Remolins
En octubre de 2005, Procter & Gamble completó la compra de Gillette por 53.400 millones de dólares, la transacción más grande del sector de bienes de consumo. Más de 2.700 millones de dólares se pagaron en concepto de tecnología y patentes. El concepto amplio de activos intangibles (incluyendo marcas), ascendió a 29.700 millones, es decir un 56% del valor total de la compra.
El 62% del valor económico que generan las empresas del mundo que cotizan en bolsa es intangible. En sectores como el automotriz ese porcentaje llega al 80%, no muy alejado de sectores "intrínsecamente intangibles" como el de los medios de comunicación (91%) o las compañías farmacéuticas (89%).
La mayor parte de la producción en la economía moderna responde a la aplicación de activos intangibles, no de insumos físicos tradicionales. Incluso para los países en desarrollo el valor del conocimiento es crecientemente determinante.
El fin de la era industrial y el advenimiento de la sociedad de la información han determinado que las principales palancas del crecimiento económico sean la tecnología, el uso de la información y la creatividad . Aún en una provincia esencialmente agroindustrial es el desarrollo tecnológico el que explica la mayor parte del crecimiento. Los records de producción agrícola deben al uso intensivo de la biotecnología , técnicas avanzadas de manejo de suelos, maquinaria moderna y fertilizantes y herbicidas más efectivos.
La conclusión no es esquiva: el principal bien de capital de la era actual es el cerebro humano.
Erróneamente, solemos analizar las fortalezas y debilidades de esta provincia exclusivamente en términos de recursos naturales. Indudablemente esas son ventajas pero recordemos que los países más desarrollados son con frecuencia aquellos que menos recursos naturales tienen. Los recursos naturales sólos no alcanzan.
¿Pasará mucho antes de que nos demos cuenta que la mejor política económica en esta tierra, no puede estar escindida de la política educativa y la científica? Ya entramos de lleno en la era de los intangibles. ¿Estamos preparados?
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