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domingo,
18 de
febrero de
2007 |
El baile
del terror
Maltratados en cuerpo y alma. Denigrados instante tras instante. Considerados inferiores momento tras momento. ¿Cómo pretendemos que una persona que fue torturada durante tanto tiempo se ocupe de cuidar a otros, incluso poniendo su propia vida en juego? Todo tiene que ver con todo. Es triste y alarmante pero es así. Si un policía fue “pisoteado” a lo largo de todo su proceso de aprendizaje, es obvio que estará más preocupado por su propio bienestar que por defender la seguridad de los otros.
Sebastián Isla
DNI 32908242
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