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 domingo, 31 de diciembre de 2006  
Hacia el 2007. A menos de un año para los comicios el presidente tiene dudas
Kirchner ahora deberá definir si compite por un segundo mandato
Problemas internos por el llamado a la concertación

A un año de las elecciones del 2007, Néstor Kirchner mantiene la incógnita sobre su reelección y, mientras avanza en el armado político que le asegure el triunfo, enfrenta los primeros dilemas internos en la "concertación plural" que aglutina peronistas, radicales, ex frepasistas, piqueteros y dirigentes provinciales.

El virtual lanzamiento del vicepresidente Daniel Scioli a la Gobernación bonaerense, como el acercamiento a Estados Unidos y el distanciamiento con el venezolano Hugo Chávez, generaron las primeras reacciones de piqueteros oficialistas que temen un giro del gobierno a la derecha y un acercamiento al PJ tradicional.

Aunque tenía casi armado el esquema para las elecciones del año próximo, Kirchner, el gran elector", apoyaba reelecciones indefinidas de los gobernadores aliados. Pero tras la derrota del misionero Carlos Rovira se despegó de esos proyectos de perpetuidad en el poder, incluso -aparentemente-del propio.

Casi como un boomerang, cayeron después de Misiones las reelecciones de quienes le garantizaban un triunfo en otras provincias, como Felipe Solá en Buenos Aires y Eduardo Fellner en Jujuy.

La posibilidad de que la sucesión quede en manos de la primera dama, Cristina Fernández, lanzada desde el oficialismo, puso en duda la reelección de Kirchner cinco meses después de que el kirchnerismo colmara la Plaza de Mayo al cumplirse tres años de mandato, en apoyo a la "continuidad del gobierno en el 2007".

No obstante, así como la oposición tiene problemas para formar una coalición, el oficialismo escucha todos los días la opinión de una sociedad que asiste a una crisis permanente de representación, que implosionó en el 2001 y que parece aún lejos de resolverse.

Con un peronismo y un radicalismo fragmentados en tres, Kirchner enfrenta (con el poder real en sus manos) un escenario parecido al del 2003, cuando llegó a la Presidencia con el 22 por ciento de los votos.

El presidente intenta a través de sus ingenieros políticos armar desde el gobierno nacional la estructura que en cada provincia y municipio lo lleve a una victoria similar a la del 2005, que destruyó al aparato duhaldista que ahora en su mayoría le responde de la mano del diputado José María Díaz Bancalari.

Kirchner arma y rearma frentes con distintos partidos -si es necesario apoyará "varias listas" en cada distrito- teniendo en cuenta a "jefes territoriales" que le aporten la mayor cantidad de votos a nivel nacional. En ese escenario, posterga la definición de candidaturas hasta "marzo del año que viene", mientras "mide" la imagen de dirigentes.

El kirchnerismo tiene también problemas en distritos clave a la hora de contar votos, como la Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, donde no encuentra candidatos a gobernador que le garanticen la victoria.

Mientras, las encuestas del gobierno aseguran que tanto Kirchner como Cristina, ganarían las elecciones presidenciales del 2007 en primera vuelta, ante la fragmentada oposición.
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El presidente debe rearmar el esquema tras la contundente victoria opositora en Misiones.

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