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 domingo, 31 de diciembre de 2006  
Un coche estalló en Barajas, dejando 26 heridos y dos desaparecidos
ETA termina la tregua con un bombazo
Zapatero se vio forzado a dar por terminadas las negociaciones, a 24 horas de pronosticar su éxito en 2007

Madrid. - El grupo terrorista vasco ETA puso fin a nueve meses de tregua con un brutal atentado explosivo en el aeropuerto internacional de Madrid, que causó 26 heridos y dos desaparecidos, además de enormes destrozos materiales. Una furgoneta repleta de explosivo estalló en el estacionamiento de la flamante Terminal 4 de Barajas, causando escenas de terror y caos entre los miles de pasajeros que circulaban por el aeropuerto madrileño en vísperas de Año Nuevo. El atentado terrorista puso fin de manera brusca al "alto el fuego permanente" que había decretado la propia ETA en marzo y sepultó el difícil proceso de negociación con el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, quien ayer se vio obligado a dar por suspendidas todas las negociaciones con la banda. Apenas 24 horas antes había declarado con confianza que en 2007 "estaremos mejor que hoy" en lo que hace a las negociaciones con ETA.

Mientras se buscaban entre los escombros del estacionamiento de Barajas a dos ciudadanos ecuatorianos desaparecidos (ver aparte), Zapatero debió anunciar que suspendía el diálogo de paz que su gobierno llevaba adelante con el grupo separatista vasco.

Al menos 26 personas resultaron heridas en el ataque y los rescatistas continuaban buscando a los dos ecuatorianos. La explosión derribó varios pisos de concreto del estacionamiento del aeropuerto cerca de las 9, hora local, una hora después de la primera llamada de advertencia sobre un ataque a la ultramoderna Terminal 4 del aeropuerto.

"He decidido suspender todas las iniciativas para desarrollar el diálogo con ETA", dijo el presidente en una conferencia de prensa en Madrid. Con el rostro sombrío, el jefe del gobierno del Partido Socialista dijo que suspendía el diálogo porque no se cumplía la condición principal impuesta por la resolución parlamentaria por la que se autorizó al gobierno el pasado junio a iniciar conversaciones con la banda armada. "Esa condición era y es una voluntad inequívoca de abandono de la violencia por parte de ETA", recordó. "Lo sucedido hoy es radicalmente contrario a esa voluntad", remarcó Zapatero.


Batasuna no condena y pide diálogo
Minutos antes de la comparecencia de Zapatero, Arnaldo Otegi, el portavoz de Batasuna, brazo político ilegal de ETA, pidió serenidad y expresó que en su particular opinión el atentado de Barajas no rompe el proceso de paz. "El proceso no solo no está roto, sino es más necesario que nunca, eso es lo que quiere la mayoría de Euskal Herría (País Vasco), la única alternativa eficaz", dijo Otegi desde San Sebastián. El líder de la llamada izquierda abertzale instó a propiciar "un escenario de respeto y no agresión que conduzca a la recuperación de la confianza".

Batasuna, ilegalizada desde 2003 por la Justicia, había advertido en las últimas semanas de que el proceso de paz estaba "al borde del fracaso" por la presunta falta de iniciativas gubernamentales, como el establecimiento de una mesa de diálogo multipartidaria y el acercamiento de los presos etarras al País Vasco. Como ya es habitual, Otegi no condenó el atentado terrorista. Tampoco lo hizo ningún otro referente de Batasuna o de la izquierda abertzale. El gobierno vasco dijo por su lado, y en la misma línea que Batasuna, que "no quiere y no puede dar por roto el proceso de paz".

Desde la oposición, Izquierda Unida (comunista), indicó que pese al duro golpe que representa el atentado había que seguir trabajando en favor del fin de la violencia.

Diametralmente opuesto fue el criterio de la principal agrupación opositora, el Partido Popular. Su presidente, Mariano Rajoy, exigió al gobierno que suspenda cualquier negociación con ETA, incluidas los diálogos informales y secretos, y que cambie la política que ha mantenido en los últimos meses frente a la banda armada.

Rajoy se reunió la semana pasada con Zapatero por primera vez en meses, período durante el cual ha sido palpable el distanciamiento y el desacuerdo entre ambos. El PP sostiene que el Ejecutivo no debe pagar ningún "precio político" a ETA a cambio de la paz, y sobre todo no debe negociar, como venía haciendo el gobierno, mientras ETA no se desarmara.

La que terminó ayer con el bombazo en Barajas fue la tercera tregua en la historia de ETA, grupo que ha asesinado desde 1968 a más de 850 personas. Esta tregua duró 281 días. A diferencia del final de las treguas anteriores, en 1989 y 1998, no hubo ayer anuncio previo de la dirección de ETA. Hubo solamente una llamada a primera hora de la mañana a los servicios de ayuda en carretera en el País Vasco a quienes se señaló una inminente acción terrorista.

La enorme detonación se produjo a las 9, cuando la terminal recibía gran afluencia de pasajeros en una jornada especialmente concurrida al tratarse de la víspera de Fin de Año. Las fuerzas de seguridad acababan de llegar al lugar cuando explotó la carga, que derrumbó cuatro plantas de uno de los módulos del estacionamiento. El atentado causó 26 heridos y dejó dos desaparecidos, dos ciudadanos ecuatorianos que quedaron atrapados bajo los escombros, presumiblemente en el interior de sus coches.

El tráfico aéreo en la Terminal 4 quedó interrumpido, y podían verse largas colas en las puertas del resto de las terminales. Varios testigos relataron que habían sido trasladados a las pistas del aeropuerto. Ya en 2001 ETA colocó un coche bomba en un estacionamiento de Barajas. La suspensión de los vuelos repercutió en toda España, dada la gran cantidad de vuelos que en esta época del año salen y llegan a Madrid.
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El estallido derribó cuatro pisos de estacionamiento en Barajas, Madrid.

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