La pelea por la coparticipación pegó en Santa Fe

"Queremos identificarnos con una región bio", expresó hace algunas semanas el secretario de la Producción de la Municipalidad, Oscar Madoery, e identificó con pocas palabras el recorrido que caracterizó al Gran Rosario en este año que finaliza. Tal vez, sin temor a equivocaciones, se podría caracterizar 2006 como el año de los anuncios de inversión en ese sentido, con el biodiesel como punta de lanza.

En un año que arrancó con una persistente sequía que cobró el 40% de la producción de maíz en Santa Fe y con pérdidas de hasta el 15% para la soja, según las crónicas de enero, la provincia despuntó en el nuevo perfil de inversiones de la industria agroexportadora: los biocombustibles.

Según datos de mediados de 2006, el biodiesel sumó planes por 284 millones de dólares y Santa Fe lideró el ranking de anuncios, la mayoría destinados a abastecer el mercado externo.

Anuncios como los de Vicentín (San Lorenzo), Dreyfus (Timbúes), Oil Fox (San Nicolás), Aceitera General Deheza (Puerto San Martín), Repsol YPF, y Terminal Puerto Rosario, entre otros, engrosaron la grilla que terminó de rematar el magnate George Soros con una mega inversión de 300 millones de dólares en Venado Tuerto para producir bioetanol en base a maíz.

En tanto, Dreyfus anunció una inversión de 45 millones en su puerto de Timbúes y Cargill comenzó a operar su planta de molienda de soja y puerto en Villa Gobernador Gálvez.


El espacio público
Mientras el sector privado daba pelea por un negocio que este año ganó una ley pero aún sin reglamentación, desde lo público se repitió la película de la pelea por los fondos públicos entre la provincia y los municipios y comunas.

En medio de un viaje del gobernador Jorge Obeid, el intendente Miguel Lifschitz salió con un duro reclamo público al mandatario santafesino por los fondos de la coparticipación que el municipio no recibía. En rigor, Rosario exigió que Santa Fe le pague 90 millones de pesos adeudados en los últimos trece años y la mecha se encendió.

Un mes después, el ministro de Hacienda, Walter Agosto y la vicegobernadora María Eugenia Bielsa respondieron: "los recursos a municipios y comunas subieron 176% desde 2003" y agregaron que "Rosario fue la principal beneficiaria de la política de Obeid para priorizar la relación con los gobiernos locales, porque se lleva el 30% de esa masa de recursos y fue objeto de una ventajosa financiación de deudas".

Semejante puja siempre se dio en un escenario de bonanza. Por caso, el año arrancó con una herencia interesante ya que la recaudación total acumulada durante 2005 en la provincia de Santa Fe registró un incremento real de 7,5% (deducido el índice inflacionario) con relación a 2004.

Fruto de esa holgura fiscal fue que el gobierno provincial decidió cortar de raíz con la conflictiva relación con la privatizada Aguas de Santa Fe y el 20 de enero firmó el decreto de creación de Aguas Santafesinas SA y arrancó con el hasta ahora frustrado proceso de informatización de la API.