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 domingo, 15 de octubre de 2006  
[Nota de tapa] - Locos por el fútbol
Una pasión con sabor a barrio
Central Córdoba celebra sus cien años con la publicación de "Charrúas", un libro que rescata su historia. Aquí se adelantan extractos de la obra

Leónidas Ceruti y Pablo Sapei

Todo comenzó en la zona sur de la ciudad, más precisamente en el barrio de Tablada, allá por 1904. La vieja estación ferroviaria de la línea Córdoba y Rosario estaba rodeada por las viviendas de los trabajadores ferroviarios, del puerto y matadero, los que se entusiasmaron con la idea de fundar un club que cobijara sus deseos de practicar el ya popular deporte.

Las crónicas de la época dan cuenta de las frecuentes reuniones que, amparados por el andén de la estación del ferrocarril Córdoba y Rosario o las mesas de los bares aledaños, convocaban a unos cuantos amigos, tras culminar la rutina del trabajo diario. Esas tertulias vespertinas confluían en aquel tema que se había apropiado de todas las conversaciones: el fútbol. Sobre la pelota de tiento comenzaban a girar, como en una rueda mágica, sueños, proyectos, ambiciones y esperanzas, que entremezcladas en el caldero de los tiempos, harían germinar un ungüento que barnizará los sentimientos de generaciones de hombres y mujeres de Tablada: la "pasión" por el charrúa.

Los relatos marcan que fue el "viejo Carman" uno de los más decididos impulsores y quien llevaba la voz cantante. Pero no estaba solo en su cruzada, muchos de los trabajadores ferroviarios lo acompañan en su iniciativa. Ante quien quisiera oírlo, no dudaba en aseverar que "el fútbol estaba llamado a lograr un sitial de preponderancia en la preferencia de la gente". Así lo entendieron muchos de los que en el hall de la estación o en las mesas del bar, escucharon atentamente sus fervientes exposiciones en torno a la belleza y al futuro de la práctica del balompié.

Todo fue entusiasmo y constancia. Como no podía ser de otra manera, las primeras reuniones del club se realizaron en el hall de la estación ferroviaria de avenida 27 de Febrero, otras en los bares del barrio y en algunos domicilios particulares.

Los primeros peloteos se hicieron en un pequeño cuadrado en una de las manzanas del barrio. Algunos crónicas decían: "Allí concurrían los pocos aficionados y los vecinos pacíficos unos y agitados otros, que se recreaban viendo a esos muchachos locos que corrían detrás de una pequeña «bolsa» inflada y que a veces iba a parar a un taller mecánico de las inmediaciones. Un día, saltó una voz de uno de ellos «¡tenemos cancha para jugar partidos!»", dijo el informante. Por la noche se congregaron en el domicilio de uno de ellos y todo quedo resuelto: ¡tendrían una cancha!

Un testigo de los primeros partidos, recordaba esos primeros pasos. "Los domingos por la mañana, se plantaban los palos, se colocaban las redes, y con ansiedad se esperaba la pelota que habría de servir como plato fuerte de la tarde. Se disputaban para inflarla. La demarcación de la cancha se hacía con ocho personas 4 a lo largo y 4 a lo ancho, a manera de posta". Ese fue el humilde comienzo del club.

Retazos de comentarios que desafiaron al tiempo brotando de boca en boca, algunas versiones escritas, historias orales y algunos documentos, nos permiten aseverar que el club comenzó a organizarse entre 1904 y 1905. (...) Central Córdoba en Rosario, como Ferro Carril Oeste, como Belgrano A. Club y como muchos otros del interior del país, surgieron de la iniciativa de los empleados de una empresa ferroviaria.

El Acta Nº 1 data del 20 de octubre de 1906, y de esa manera quedó legalizada la formación de la institución con la denominación The Córdoba and Rosario Railway Athletic Club (El Club Atlético del Ferrocarril Córdoba y Rosario). Un rótulo que el habla popular pronto castellanizó por el de "Córdoba y Rosario"; denominación con que se lo conoció hasta 1914. En ese año, las autoridades de la institución deciden modificarlo por el calificativo oficial de Club Atlético Ferrocarril Central Córdoba que será familiarizado por todos como Central Córdoba.

Los empleados del entonces ferrocarril Central Córdoba y Rosario habían fundado un club deportivo, que naturalmente llevaba el nombre de esa estación, de esa compañía y de ese andén que los cobijaba en sus largas deliberaciones. No existen documentos de las primeras reuniones de los jóvenes inquietos por constituir el club, pero las crónicas dan cuenta de su existencia antes de la fecha en que figura como día oficial de la fundación.

Una de las más trascendentales se relaciona con la constitución de la Liga Rosarina de Fútbol. Establecida oficialmente el 30 de marzo de 1905 en una asamblea constitutiva realizada en el ex hotel Britania, situado en calle San Martín entre San Lorenzo y Urquiza, allí no sólo se labra el primer acta sino que también se elegirán las primeras autoridades de la institución. De aquel evento participaran representantes de los clubes Rosario Atlético, Rosario Central, Newell's Old Boys y Club Atlético Argentino. Pero tan solo dos meses después, específicamente un 20 de abril, The Córdoba and Rosario Rallway A. C. solicita su afiliación a la novel asociación. Este dato, establece fehacientemente que el actual Central Córdoba rosarino había nacido antes de la fecha que figura en su primer acta.

The Córdoba and Rosario Rallway, según lo precisado por Juan Dellacasa en su libro "Puntapié penal", participará del primer torneo oficial de la Liga Rosarina, en el cual se pondrá en disputa la copa Santiago Pinasco (en honor al intendente rosarino). Apelando a sus propios recuerdos, Dellacasa recordará que frente a Newell's Old Boys, quién resultará campeón de dicha edición, la formación de Córdoba obtendrá un empate tras una "perfomance altamente meritoria".

De estas apreciaciones podemos concluir que para 1906, un grupo de empleados ferroviarios, seguramente estimulados por los británicos directivos de la empresa, conformaron un combinado destinado a llevar adelante la práctica del fútbol. Estas intenciones motivarán la rápida adhesión a la Liga Rosarina de Foot Ball, aún sin estar constituidos oficialmente, participando de la primera competencia oficial de la novel organización ecuménica del fútbol local.

Esta preexistencia del club, antes de su fecha formal y oficial de fundación, permite arrojar luces sobre algunas dudas que emanan de la lectura de aquella primera acta.

Deseosos de formalizar la incipiente institución o resultante de requisas dispuestas por la propia Liga, lo cierto es que esos jóvenes entusiastas se reunirán, la noche del 20 de octubre de 1906 en un local del por entonces Boulevard Argentino Nº 583, para sellar con sus firmas el acta oficial que significará la partida de nacimiento del porvenir charrúa.

Fueron tan sólo 17 minutos los necesarios para dar el puntapié inicial a una historia que hoy conmemora sus cien años de vida. Un poco más de cuarto de hora encierra en las letras de aquella primera memoria, los designios de una institución que será orgullo de Rosario y sus habitantes.
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Un día histórico. La hinchada en la cancha de Quilmes, en 1957, cuando el club de Tablada obtuvo el asecnso a primera división.

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