Año CXXXVII Nº 49256
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Economía
Escenario
Ovación
Señales
Mujer
Turismo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 01/10
Mujer 01/10
Economía 01/10
Señales 01/10
Educación 30/09
Salud 27/09
Página Solidaria 27/09

contacto
servicios
Institucional


 domingo, 08 de octubre de 2006  
La burocracia de la muerte
El Museo de la Memoria expone una muestra itinerante sobre el archivo incautado a la policía bonaerense

Osvaldo Aguirre / La Capital

Vigilar, seguir y registrar, y al mismo tiempo pasar desapercibido. Actuar en secreto, ordenar y mantener oculta la información. El método de trabajo de la Dirección de Inteligencia de la policía bonaerense (Dipba) fue minucioso. El material recopilado llegó a ocupar el espacio equivalente a alrededor de 3.300 contenedores y 90 cuerpos de estanterías con 600 estantes. La estadística es reveladora pero puede "enfriar" el significado de ese almacenamiento: esos datos fueron la base de la represión durante la última dictadura.

La Dipba fue disuelta por el gobierno bonaerense recién en 1998 y su archivo pasó a la Comisión Provincial por la Memoria. La muestra itinerante que ahora se exhibe en el Museo de la Memoria de Rosario, "Imágenes robadas, imágenes recuperadas", ofrece una selección de fotografías de ese registro de la persecución política e ideológica que cubre más de medio siglo de historia argentina.

Son en total 40 fotografías. Una parte mínima pero elocuente respecto de las características y de los procedimientos del archivo: los seguimientos fotográficos de marchas y acontecimientos, las fichas elaboradas sobre militantes políticos, gremiales y estudiantiles y las imágenes capturadas en allanamientos o robadas en operativos integraron ese fondo documental.

Entre las imágenes expuestas hay documentos que también hablan de la historia de Rosario: "la carta de situación antisubversiva", elaborada por Agustín Feced, jefe de la policía local entre 1976 y 1978, identifica en un mapa de la ciudad los domicilios de militantes buscados por los represores. En otra fotografía, sobre un afiche de Montoneros, se lee una inscripción manuscrita del propio Feced: "Peronistas en guerra, sin más trámite". Casi una sentencia de muerte.

También se incluye una tarjeta con los datos personales de Alcides Méndez Paz, trabajador de los Astilleros Río Santiago asesinado tras el golpe de 1976. Un registro significativo, porque el cuerpo de delegados y los trabajadores de los astilleros fueron uno de los objetos centrales de la represión en Ensenada. La ficha de María Marta Barragán, que ostenta un sello con la palabra "secreto", reseña los hechos principales de su militancia política: un detalle que muestra una tarea de espionaje sostenida en el tiempo, la burocracia de la muerte.

Nada parecía escapar al ojo de los espías. La Dipba podía identificar a todos los trabajadores de una hilandería que denunciaban un atropello policial ante el periodismo, seguir paso a paso una marcha de las Madres de Plaza de Mayo, registrar un día de visita a la residencia de Gaspar Campos e incluso apoderarse de fotos de un viaje, si es que este paseo tenía que ver con la Unión Soviética.

El archivo de la Dipba tiene alrededor de 4 millones de folios, 750 casetes de video con filmaciones propias y de televisión y 160 casetes de audio con grabaciones de eventos. Está organizado en torno a un gran fichero.

El fichero está integrado por 280 cajones con 217 mil fichas referenciales sobre personas, 53 cajones con 43.250 fichas temáticas, además de fichas sobre partidos políticos, entidades religiosas y estudiantiles y publicaciones nacionales y extranjeras.La información se distribuía según "factores" (político, social, económico o estudiantil) y era analizada a través de secciones o mesas.

En estos días ese archivo de la represión volvió a emerger en la superficie del presente. A raíz de la desaparición de Jorge Julio López, la Comisión Provincial por la Memoria entregó al gobierno bonaerense una lista de 400 policías y ex policías que revistaron en la Dipba entre 1976 y 1983. El ex comisario Miguel Etchecolatz, condenado a reclusión perpetua, dirigió ese organismo entre 1976 y 1979.

"Imágenes robadas, imágenes recuperadas"se exhibe en el Museo de la Memoria hasta el 30 de octubre.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Carta siniestra. La muestra incluye un mapa de Rosario donde Feced identificaba domicilios de militantes.

Notas Relacionadas
Gerardo Young: "Nadie sabe nada de la Side"


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados