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domingo,
08 de
octubre de
2006 |
El caso de Rufino. Un vistazo a lo que dictaminaron los especialistas en el expediente
Qué dijeron las pericias del caso Fraticelli
Pruebas oficiales revelan estrangulamiento y otras postulan suicidio. Esa discordia alimenta la polémica legal
Desde la hipótesis de que Natalia Fraticelli fue sedada y estrangulada por la espalda al estudio que determina que la joven se suicidó al ingerir pastillas contraindicadas para su enfermedad, las pericias realizadas en la investigación de su muerte abrieron una controversia entre esos dos extremos. Lo que sigue es una síntesis de las principales pericias del expediente:
La autopsia. El primer estudio sobre el cuerpo de Natalia se realizó el 20 de mayo de 2000 en el Instituto Médico Legal de Rosario. El médico forense Luis Petinari concluyó que murió por asfixia mecánica por estrangulamiento y que ese hecho fue "por compresión mecánica o manual. Fue efectuado con una considerable y prolongada fuerza sobre el cuello de la víctima". Sostuvo que en los músculos del cuello había signos de presión y que sobre la piel se hallaron manchas producidas por ligadura o golpe.
El legista. En junio de 2000, el jefe de Medicina Criminalística de la Unidad Regional II, Ulises Cardoso, negó haber hallado signos de violencia en el cuerpo de Natalia en el examen que le realizó al cadáver al ser convocado a la casa familiar. "Estaba impecable, no tenía ni un arañazo", sostuvo. Además puso en duda la hora de la muerte.
La pericia toxicológica. Determinó que Natalia consumió entre 22 y 28 comprimidos de Uxen Retard, un antidepresivo contraindicado para personas convulsivas, como lo era ella. En la orina de la chica también hallaron restos de dos drogas que ella ingería para combatir su problema de convulsiones y las secuelas de una meningitis. El titular de la cátedra de Farmacología de la Facultad de Medicina, el profesor Jaime Grin, determinó que esa concentración plasmática de Uxen Retard puede provocar "depresión marcada, alteraciones cardiovasculares y convulsiones que pueden ser más frecuentes si se trata de un epiléptico".
La pericia psiquiátrica. El psiquiatra y psicólogo rosarino Ernesto Ratghe aseguró en un informe armado en base a notas y cartas de la chica que su muerte fue "un suicidio consumado por uso de psicofármacos altamente tóxicos", lo cual era probable porque tenía "edad pertinente, déficit de recursos personales, impulsividad y conflictiva vinculación familiar".
El perito de parte. Enrique Prueger fue convocado por el ex juez Carlos Fraticelli y como perito de parte sostuvo que, de acuerdo a la temperatura corporal, al momento de ser encontrada la chica no estaba muerta sino en un coma profundo. Esa hipótesis, basada en el informe previo del legista Ulises Cardoso, puso en duda el acta de defunción firmada por el médico Hugo Costa, el primer profesional en ver el cuerpo de la chica.
La hipótesis del suicidio. Un nuevo informe del legista Ulises Cardoso sostuvo que la causa de la muerte de Natalia pudo ser suicidio por ingesta voluntaria de la droga aminotriptilina (contenida en el medicamento Uxen Retard, que tomaba su abuela), complementado con el uso de una bolsa de nailon con la que se asfixió. Ratificó que la menor no fue estrangulada.
El neurocirujano. El profesor Eduardo Nilamón Bulacio, titular de la cátedra de neurocirugía de la Facultad de Medicina de la UNR, sostuvo que Natalia no murió estrangulada. Lo determinó en base al estudio de una foto del cerebro de la menor. Como este órgano había sido desechado en la autopsia no se lo examinó. Bulacio sostuvo que el estado del cerebro "no corresponde al de una persona que muere por estrangulamiento manual ni a ningún otro tipo de muerte por asfixia mecánica".
El anatomopatólogo. Jorge A. Monti, anatomopatólogo designado por el juez de Sentencia de Melincué Fernando Vidal, reforzó la hipótesis de que Natalia no murió estrangulada al asegurar que las arterias y los músculos del cuello que le fueron remitidos no presentan signos de haber sido sometidos a presiones violentas. "No muestran alteraciones histológicas significativas, ni presenta signos de hemorragia", determinó.
Los expertos de la Corte. En mayo de 2001, el Cuerpo Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó que Natalia murió estrangulada. "La estrangulación pudo haber sido a lazo, manual, palmar o braquial, es decir por una compresión ejercida sobre el cuello por el antebrazo y el brazo", determinó. También planteó que los rastros de la droga no pudieron ser mortales.
Los forenses. Un mes más tarde, una junta de seis médicos forenses de los Tribunales de la provincia (tres de Rosario, dos de Santa Fe y uno de Rafaela) concluyó en base a informes del expediente que Natalia murió por asfixia mecánica por estrangulamiento. Señalaron que la dosis de la droga era "apenas superior al límite máximo terapéutico". El director del Instituto Médico Legal de Rosario, Sergio Vázquez, destacó la importancia de "las improntas dentales en las mucosas yugales", o sea, las marcas de los dientes que quedaron registradas en las mucosas de la boca de Natalia. "Eso indica que le aplicaron una fuerte presión externa", dijo Vázquez, para quien "es imposible que Natalia Fraticelli se haya suicidado".
Las dudas. En mayo de 2004, un dictamen de la Secretaría de Estado de Derechos Humanos firmado por Eduardo Luis Duhalde sugirió, tras el estudio del expediente, que no hubo certeza de que Natalia haya sido estrangulada. Destacó que el forense que hizo la autopsia tiró a la basura el cerebro en lugar de conservarlo para análisis futuros. Y puso en duda que la ingesta de droga haya sido compulsiva.
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A seis años de la muerte de Natalia, el caso suscita controversias.
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