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 domingo, 08 de octubre de 2006  
La aeronáutica brasileña culpa al piloto del avión que no cayó
El jet Legacy cambió de altura sin autorización y esto, aseguran, causó el choque con el Boeing de Gol

La Aeronáutica brasileña responsabilizó al piloto del avión Legacy, el estadounidense Joseph Lepore, por el accidente aéreo en el que el Boeing 737 de la compañía Gol se estrelló en la selva amazónica tras chocar en el aire contra el jet el 30 de septiembre pasado.

La Aeronáutica brasileña cree que aunque el Legacy dispone de un sofisticado sistema anticolisión (el denominado "transponder"), el aparato, que funciona como un radar, estaba desconectado, según afirmó la agencia oficial de noticias Estado.

Asimismo, acusa a Lepore de no haber respondido "por razones no explicadas" a los siete llamados que le hicieron los controladores de vuelo -cinco desde la torre de control de Brasilia y dos desde Manaus-, para saber si estaba volando en la altitud establecida en el plan de vuelo.

El Legacy, un jet de negocios fabricado por la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer), salió de San José dos Campos, San Pablo, en dirección a Manaus volando a una altitud de 37.000 pies. Según el plan de vuelo, al pasar por Brasilia debía bajar a 36.000 pies y contactarse con la torre de control aéreo de Brasilia para confirmar el cambio de altura.

Según Lepore, él y el copiloto Jean Paul Palladino intentaron pero no consiguieron contactarse con la torre de control, lo que para la Aeronáutica es "imposible".

Al no poder contactarse, los pilotos del Legacy continuaron volando a 37.000 pies de altitud, aún cuando el plan de vuelo preveía el descenso al pasar por Brasilia. Cuando sobrevolaban la Serra do Cachimbo, en el estado de Pará, chocaron contra el Boeing, provocando su caída y la consecuente tragedia, la peor de la historia aerocomercial de Brasil.


Una regla universal
"No podría haber hecho eso (no haber bajado de altitud), aunque no hubiera conseguido comunicarse", afirman oficiales de la Aeronáutica citados por la agencia Estado. "La regla es universal, es la misma para todos los países del mundo. Si no se consigue hablar con la torre, se cumple el plan de vuelo", afirmó por su parte un oficial, quien observó, a título de ejemplo, que en el océano no hay radares y no hay choques de aviones sobre el mar. "No hay disculpas", concluyó.

La Aeronáutica sospecha que el piloto del Legacy desconectó el "transponder" para volar más alto, para ir más rápido y gastar menos combustible o para desviarse de algún problema causado por las condiciones climáticas, y considera poco probable la hipótesis de falla en el "transponder", indica el medio.

Lepore y Palladino declararon a la policía que tenían autorización de la torre de control de Brasilia para efectuar el plan de vuelo a 37.000 pies desde su salida de San José dos Campos hasta Manaus, donde harían una escala antes de seguir viaje para Estados Unidos. Sin embargo, los oficiales brasileños afirman que eso es imposible, ya que sería como autorizar a alguien a transitar a contramano.

"A partir de Brasilia hay un cambio de proa (la dirección del avión)", explicó uno de ellos. La proa del Boeing indicaba que debía volar en altitudes impares y la del Legacy en pares, según las normas de vuelo.

En la remota región selvática donde se estrelló el Boeing, a unos 200 kilómetros de la ciudad de Peixoto de Azevedo, en el estado de Mato Grosso, equipos de rescate del ejército trabajan en difíciles condiciones para retirar los cuerpos de las víctimas de entre la densa vegetación.

Hasta ahora ya fueron removidos 90 de los 154 cuerpos, que tras pasar por una pericia previa en un local próximo al accidente son llevados al Instituto Médico Legal de Brasilia para su identificación. En total fueron identificados 29 cuerpos y tres de las víctimas ya fueron sepultadas.

Como forma de homenajear a las víctimas del accidente aéreo, un helicóptero de la fuerza aérea brasileña sobrevoló el viernes la zona de la catástrofe a pedido de los familiares y arrojó 154 pimpollos de rosas blancas, uno por cada muerto.
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El choque rompió el ala y el timón de profundidad del Legacy.

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