Aunque no le alcanzó, Newell's lavó la imagen

Gustavo Conti / La Capital

Campagnuolo empecinado en demorar cada pelota. Aplausos, sin estridencias, pero aplausos al fin para los jugadores rojinegros. Merlo reclamando la hora. Pumpido arengando para el último intento. Postales que acaso reflejan con bastante acierto lo que pasó anoche en el parque Independencia. Nada de descorchar champán, porque nunca un 0 a 0 en casa da para eso y porque el equipo precisa mostrar otras cosas para hacerse fuerte. Pero al menos Newell's lavó algo la imagen que dejó luego de Lanús y tal vez se haya acercado a las respuestas que precisa.

Como se dijo entonces, ni Newell's era el mejor del mundo tras las dos primeras fechas, ni el peor cuando se rindió a los pies granates. También se dijo que quizás entre esas dos tendencias exageradas debía aparecer el equilibrio. Y anoche Racing, un duro rival, ambicioso sólo cuando la conveniencia del trámite se lo sugería, tal vez lo haya acercado a ese punto. Que por cierto debe transmitirle la tranquilidad de un equipo con menos costados débiles, pero la preocupación de que necesitará trabajo en la puesta en escena ofensiva.

El cuaderno de apuntes apenas tuvo trazos de birome. Sólo al final de cada tiempo el hincha, el de Newell's principalmente vale aclarar (más allá de un gol que pareció mal anulado de Racing, ver página 3), se entusiasmó con la posibilidad del gol. Y en cada acción estuvo el paraguayo Oscar Cardozo, quien pese a ser celosamente custodiado por Cabral o Diego Crosa, se quedó menos estático que Salcedo y así generó sus espacios.

A los 43', tuvo la calma para ceder atrás a Colace dentro del área, después de una buena habilitación de Cejas y una pifia de Salcedo. A los 45' fue a buscar convencido un pase en profundidad de Araujo porque Grimi lo habilitaba, pero dos veces se la sacó Campagnuolo. A los 77', el tiro libre de Salcedo en el travesaño fue producto de una falta que le cometieron a él entre Cabral y Bastía. Un minuto después se la cedió bien a Cejas, pero el volante derecho no le dio con fuerza, conteniendo el uno rival. Y a los 84' se la dio Araujo, tras una buena maniobra de Flores, y resolvió rápido de taco, pero se fue al lado del palo.

Pero claro, Newell's se acercó al gol a través de Cardozo, que para eso lo trajeron, pero no está mal que vayan apareciendo otras opciones. De hecho, aunque en otras ocasiones puede alcanzar a los fines del resultado, también el equipo de Pumpido dejó claro que necesita acercarse más al arquero rival, inquietarlo con mayor continuidad, más ahora que los rivales se preocupan en serio por sus delanteros paraguayos.

Racing, que venía entonado, lo complicó sólo al principio por las corridas de Bergessio. Después Newell's debió preocuparse más por sí mismo, que por cierto no fue suficiente y de eso debe ocuparse en adelante. La mejoría de anoche puede ser un buen punto de partida.

Salcedo intenta llevarse la pelota.