Resarcimiento. El ataque se produjo en agosto de 2002 en la zona sur de la ciudad

Su perro atacó a un nene y ahora deberá pagar $15 mil

Así lo dispuso la Justicia rosarina. El animal le había desfigurado parte del rostro hace casi cuatro años

Claudio González y Silvina Dezorzi / La Capital

La Justicia rosarina condenó al dueño de un perro a pagarle 15 mil pesos en concepto de daños y perjuicios a la familia de un nene de tres años que fue atacado por el animal y le desfiguró parte del rostro. El hecho se produjo en agosto de 2002 en la zona sur de la ciudad y, aunque la resolución es de abril de este año, se conoce justo al cumplirse casi cuatro años de la agresión.

Los magistrados del Tribunal de Responsabilidad Extracontractual Nº1 concluyeron que "la responsabilidad del dueño de un animal no escapa al principio general que establece el Código Civil para los supuestos de daños causados por las cosas..., pues no se debe olvidar que un animal no deja de ser una cosa, y como tal, susceptible de generar riesgos".

El hecho se produjo el mediodía del domingo 25 de agosto de 2002, cuando Brian Ezequiel Ramírez -por ese entonces de tres años- y domiciliado en Paraguay 4951, caminaba junto a un tío por Benito Juárez a la altura del 1537, a pocos metros de su casa. En el umbral de ese domicilio se encontraba un perro mestizo de gran porte que, sin que queden claras las motivaciones, atacó inesperadamente al nene provocándole serias heridas en la mejilla izquierda desprendiéndole parte del rostro y lesionándole el hombro y la parte izquierda del torso.

Según las pruebas que obran en el expediente, Brian fue trasladado de urgencia al Hospital de Emergencia Clemente Alvarez (Heca). Posteriormente fue derivado al Hospital Italiano y allí operado en la mejilla izquierda y el cartílago de la oreja del mismo lado. Estuvo varios días internado en terapia intensiva.

Los padres iniciaron una acción penal por lesiones culposas contra Roberto Barone, el dueño del perro. La medidas fueron instruidas por el Juzgado Correccional Nº 6, pero se resolvió el archivo de la causa por prescripción.

Esto no impidió que los papás trabaran una nueva demanda por daños y perjuicios contra Barone, que recayó en el Tribunal de Responsabilidad Extracontractual Nº1 del fuero local.

Así, los apoderados de la familia Ramírez introdujeron una serie de estudios médicos y psicológicos donde peritos de parte constataron el daño físico y psíquico que padeció el nene a raíz del ataque.

"Tiene secuelas físicas graves, limitaciones en la musculatura y groseras cicatrices. Emocionalmente se vio modificada su vida por consecuencias disvaliosas originadas en el hecho traumático que vivió. Miedo a salir a la calle, dependencia exagerada hacia su mamá y regresión en todos los aspectos", dice un tramo del informe.

El papá de Brian contó que un día su hijo "vio a un perro cerca de él, se orinó y reaccionó con una crisis nerviosa". Los especialistas determinaron luego que esa reacción es compatible con lo que se denomina "desorden por estrés postraumático con reacción fóbica".

Los cargos fueron negados por la defensa de Barone, que mencionó que el tío del chico, quien lo acompañaba al momento del ataque, presentaba "estado de ebriedad".

Lo cierto es que ahora la Justicia resolvió responsabilizar al dueño del animal por la agresión que sufrió el pequeño. Los magistrados entendieron que "tratándose del ataque de un can a un menor, resulta de aplicación el artículo 1.113 del Código Civil (responsabilidad objetiva), así como el artículo 1.124, recayendo sobre el dueño y/o guardián del animal la presunción de responsabilidad, sólo desvirtuable probando este (el dueño) algunas de las causales exculpatorias que establece el artículo 1.125 del Código Civil".

La resolución final del Tribunal Colegiado, que lleva la firma de los jueces Fernando Longhi, María A. Rodríguez, Ricardo Netri y María Rosa Vecari, condenó a Barone a pagar a la víctima 15 mil pesos más el capital devengado del interés equivalente a la tasa pasiva promedio mensual que aplica el Nuevo Banco de Santa Fe SA.

La madre, Viviana Montenegro, aún sufre al recordar el ataque.