Nueva York.El atentado perpetrado ayer por la mañana contra el edificio de las Torres Gemelas ubicado en el World Trade Center generó pánico que se apoderó de la mayoría de los habitantes de una de las ciudades más importantes del mundo. Algunos instantes de terror, desesperación y valentía fueron narrado por los neoyorquinos cuando todavía no lograba superarse la conmoción inicial.
* Kenny Johannemann y otra persona debieron sofocar las llamas que envolvían a un hombre que había sido alcanzado por el fuego luego de la primera explosión. Cuando todavía no había logrado recuperarse de la sorpresa, Johannemann escuchó la segunda detonación y al mirar hacia arriba vio cómo la gente saltaba desde los pisos superiores del edificio que tenía 110 plantas. "Era algo horripilante. No puedo describirlo", dijo Johannemann todavía atónito.
* Clemant Lewin es un banquero que trabaja en un edificio frente al World Trade Center. Luego de la explosión inicial pudo ver cómo la gente saltaba desde los pisos más altos de las Torres Gemelas, incluyendo a un hombre y una mujer que caían tomados de la mano.
"Estoy asqueado. Estaré traumatizado toda mi vida", dijo Lewin antes de apuntar: "Alguien fue culpable de todo esto. Las víctimas eran padres, madres, hermanos. Debimos haberlo previsto".
* Robin Serafin, de 20 años, lloraba en Manhattan mientras escuchaba las noticias por la radio. Una treintena de personas se aglomeraban en torno a un radiograbador que había dejado atrás la música para sólo emitir información sobre la tragedia más importante ocurrida en suelo norteamericano.
"Me pongo a temblar de sólo pensar lo que pasó", dijo la joven antes de preguntarse: "¿Cómo pudo haber sucedido esto? ¿Por qué alguien quiere matar a gente que sólo está trabajando en su oficina?".
* ClaytonHill, de 23 años es empleado de una compañía de Internet. Salía de una estación del subterráneo justo después del impacto del primer avión contra el gigantesco edificio ahora destruido. "Todos gritaban cuando los cuerpos caían" desde las Torres Gemelas, indicó Hill tras apuntar que "la gente empezó a correr como loca cuando el edificio se derrumbó". El joven también huyó del lugar. "Corría y miraba hacia atrás. Todos teníamos pánico. Era una verdadera locura", relató.
* Un parque ubicado cerca de las Torres Gemelas se convirtió rápidamente en un centro de emergencias médicas. Cientos de civiles se acercaron para prestar sus servicios como voluntarios.
Médicos especializados y gente que apenas tenía nociones de primeros auxilios se aglutinaron en el lugar. Los voluntarios fueron divididos en grupos. Algunos prestaban atención médica y otros hacían tareas más ligeras, como dar caramelos y tranquilizar a los pobladores que estaba aterrados.
Cientos de personas formaron filas en los centros médicos neoyorquinos para donar sangre. "Es una crisis. Todos debemos ayudar en lo que podamos", dijo Jessica McBlath, una universitaria de 19 años que esperaba junto con varias compañeras su turno para donar sangre. (Ansa)