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viernes,
07 de
septiembre de
2007 |
El gobierno reaccionó por primera vez ante la crisis
Finalmente, llegó la reacción oficial por la profunda crisis que atraviesa Córdoba, pero los encargados de fijar la postura del gobierno nacional fueron los ministros Alberto y Aníbal Fernández, que rompieron el silencio para distanciarse del conflicto. En tanto, el presidente Néstor Kirchner realizó una elíptica referencia.
El jefe de Gabinete afirmó que confía en que “los cordobeses esclarezcan el problema planteado” y aclaró que el gobierno nacional no intervendrá en el conflicto suscitado tras las elecciones del domingo en Córdoba, cargadas de sospechas. También descartó una pelea interna con el ministro de Planificación, Julio De Vido.
Fernández le respondió a Juan Schiaretti , quien lo había que el funcionario es quien sostiene a Luis Juez desde el gobierno. “En un espacio como el nuestro, a veces apoyamos o estamos más cerca de un candidato, pero no es el caso mío: no apoyé a nadie porque soy jefe de Gabinete”, replicó.
Días de silencio. Hasta ayer, el silencio había sido la estrategia elegida y el matrimonio presidencial no reaccionó públicamente pese a las críticas que empezaron a llegar de los dos principales protagonistas de la pelea cordobesa, Schiaretti (PJ) y Juez (Frente Cívico y Social).
El ministro del Interior salió a justificar esa actitud. “El gobierno nacional toma la debida y la adecuada distancia, para permitir que la Justicia haga el escrutinio definitivo”, dijo el titular de la cartera política.
Por su parte, Kirchner realizó ayer una elíptica referencia al conflicto.
En un intento por desdramatizar la situación, Kirchner recordó un ajustado triunfo suyo de hace 20 años, cuando fue electo intendente de Río Gallegos. “Miren las cosas que se discuten hoy”, señaló Kirchner, después de evocar su victoria por “solo 111 votos” sobre su ocasional rival, Roberto López, en la capital santacruceña.
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