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 domingo, 29 de enero de 2006  
Lo dejó escapar
Central fue superior pero no pudo con Olimpo

Mariano Bereznicki / Ovación

Bahía Blanca (enviado especial).- Pudo haber comenzado el Clausura a toda marcha porque tuvo todo a su disposición. Pero a medida que el tiempo se consumía, Central no tuvo más remedio que resignarse a quedarse con un punto en su primera defensa por los porotos en el torneo doméstico. La igualdad sin gritos en el infierno bahiense no se ajustó a la realidad porque el equipo canalla fue amo y señor de las acciones. Aunque la ineficacia en los metros finales lo privaron de retornar con una sonrisa a Rosario.

Por algo Olimpo está lidiando con el descenso. Pero Central no supo sacarle rédito a esa desesperación anfitriona porque lo perdonó en varios pasajes del encuentro.

Es que los canallas generaron un sinfin de situaciones de riesgo. El autor intelectual de derrumbar el imperio bahiense fue Eduardo Coudet. Aunque tuvo como principal ladero a Andrés Díaz, quien se erigió en la principal figura de la tarde.

Pero el Chacho también contó con la complicidad de Juan Eluchans, quien cuando se asociaba con sus secuaces del mediocampo terminaban de ponerle la faja de seguridad a la pelota con la identificación auriazul. Central administraba todo a su antojo. Tenía maniatado al dueño de casa, a tal punto que su gente quedó paralizada ante semejante superioridad canalla.

Pero tanto toqueteo no sirvió de mucho. Porque si bien es verdad que se cansó de probar al irregular Nicolás Cambiasso, también es cierto que en los metros finales no supo cómo apretar el gatillo. Y en consecuencia, el descanso fue el momento ideal para resaltar las jugadas desperdiciadas por la visita y la pasividad que exhibía el dueño de casa.

En la segunda parte pareció que Central explotaría en medio de los 40 grados y 50 de sensación térmica. Es que los muchachos de Zof salieron con toda su furia desde los vestuarios.

Lo tuvieron el Chacho, Ledesma y Eluchans, aunque la más clara y la que más dolió encontró como protagonista a Vitti, quien se perdió de manera increíble la posibilidad de inaugurar el marcador y quebrar así la racha adversa de no poder convertir.

Tal vez, la imagen de Vitti tomándose su rostro segundos más tarde de esa inmejorable acción que desperdició haya sido el fiel reflejo de lo que fue Central.

¿Olimpo? Por demás de pobre. En las pocas ocasiones que tuvo, apeló al pelotazo pero siempre chocó con los invulnerables Raldes y Fassi o con la seguridad de Juan Ojeda.

Tal vez Central no se lamente ahora de los dos puntos que dejó en Bahía Blanca. Pero seguramente lo hará más adelante porque no todas las tardes tendrá enfrente un rival tan accesible y pasivo.
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Eluchans no logra explicarse el gol que se perdió.

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