Capria reconoció que ha dado dinero a los barras

Luis Castro / La Capital

El tema del aporte o ayuda que los jugadores hacen a las barras bravas de los clubes parecía haberse disipado ni bien se inició. Aquellas sinceras declaraciones de Laureano Tombolini vertidas hace dos semanas, cuando reconoció que "en todos los clubes, aunque nadie quiera admitirlo, se hace una colecta para la barra brava", repercutieron a medias. Nadie en el ambiente del fútbol o sus propios colegas respaldaron los dichos del arquero, a quien prácticamente lo dejaron solo. Hasta que Rubén Capria, en una charla con Ovacion, no tuvo empacho en aceptarlo: "Sí, me pasó", dijo.

El Mago no puso excusas para hablar del asunto y utilizó la sinceridad para contar su experiencia. "No es que uno entrega un sueldo, sino que colaborás para los viajes, como me pasó en muchos clubes donde estuve. No más que eso. Lo hemos hecho, no sé si está bien o mal. Normalmente, cuando lo hice nunca pasó nada, sólo se le dio una mano a la gente que viaja para ver el equipo", contó el talentoso futbolista en el mediodía de Bella Vista, reconociendo lo que es vox pópuli aunque nadie se atreve a aceptarlo, probablemente por miedo.

Si bien esta cuestión es un tema tabú y siempre se trató en voz baja sin hacerse público, Capria también se animó a ratificarlo y recriminar que por este accionar se castigue a los futbolistas. "Lo que yo digo es que hay que ser claro hacia dónde se apunta. Si uno hace cargo a un jugador porque le da 5 ó 10 pesos a un hincha para que viaje me parece que es demasiado injusto. No todos los hinchas son delincuentes. Los que lo son, los debe investigar la Justicia. Y no investigarnos a nosotros".

"Nos encontramos en una situación incómoda, donde somos víctima de un montón de cosas, tenemos muy poco respaldo, nos sentimos expuestos a situaciones que parecerían normales, a que un loco tenga puntería y nos pegue un piedrazo en la cabeza. Me pareció bueno lo que hizo River en el verano, que se retiró de la cancha. Muchos periodistas y medios no hablan del caso como debe ser, tal vez por temor o porque no conviene, pero hay personas que van a la cancha que se deben hacer cargo de las estupideces que hacen. Es fácil decir: «Mirá como provoca este». Vivís siendo puteado, te escupen cuando vas a patear un córner y uno no sabe el motivo. Eso se debe analizar tranquilamente. No creo que esto sea lo que genere la gran violencia".

El temor es lo que obliga a resignarse y ceder ante las exigencias, algo que el volante aceptó. "Todos lo tenemos. Si la Justicia de este país funcionara, hay cosas que no pasarían. En Argentina los de Derechos Humanos están para los que hacen quilombo y no para los buenos ciudadanos. El bueno tiene que enrejarse y vive como en una prisión, y los otros están afuera afanando. Esto no puede ser y hay que hacer un replanteo. Lo que pasa es que todo genera un hábito que parece normal. Pero sería injusto culpar a un jugador. Por eso, volviendo a lo que hablábamos antes, digo que cuando los hinchas vienen por las buenas lo hacés, pero de guapo nadie da nada".

"Uno colabora para los viajes".