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 sábado, 09 de octubre de 2004

Ira tras la condena a un policía por homicidio
Le pegó 14 tiros a un inocente en un operativo y le dieron 8 años. La familia de la víctima estalló al oír el fallo

Buenos Aires.- Un oficial inspector de la Policía Federal fue condenado ayer a ocho años de prisión por el homicidio de un diseñador gráfico, hijo de un integrante de la fuerza, que en 1997 murió a balazos al quedar en medio de un operativo policial en el barrio porteño de Parque Patricios para atrapar a dos delincuentes.

La condena alcanzó al policía actualmente en disponibilidad Augusto Nino Arena, quien fue hallado culpable de delito de homicidio simple de Cristian Robles, de 26 años e hijo de otro policía federal. La familia de la víctima pretendía que el policía recibiera una condena mucho mayor, por lo que adelantó que apelará la decisión judicial. "Esperábamos la pena máxima para este asesino, le disparó 14 tiros a mi hijo y es una lacra humana", exclamó Carlos Robles, sargento de la Policía Federal con 22 años de servicio en la fuerza.

Robles denunció tiempo atrás que tras ese juicio anulado Arena fue ascendido de oficial principal a subcomisario y vuelto a poner en funciones. Tras su denuncia, las autoridades evaluaron la situación del acusado, le anularon el ascenso y volvieron a ponerlo en situación de disponibilidad.

Como este es el segundo juicio al que Arena fue sometido -el anterior fue anulado por la Cámara de Apelaciones a pedido de la defensa-, el fiscal se limitó a pedir una pena de nueve años de cárcel, la misma que en el proceso anterior, por una cuestión técnica.

Antes de escuchar el veredicto Arena, quien llegó libre al debate por una decisión judicial, pidió disculpas a la familia Robles al asegurar que disparó contra el joven sin querer, durante un operativo policial.

La defensa del policía había solicitado su absolución al argumentar que Arena actuó en legítima defensa, ya que al momento de disparar a Robles participaba de un tiroteo con delincuentes. Pero para los integrantes del tribunal, quedó probado que Arena cometió un homicidio doloso y le dictó la pena mínima por homicidio.

El crimen de Robles, quien era empleado de la empresa Metrogas, ocurrió la noche del 3 de diciembre de 1997 cuando regresaba a su casa tras visitar a su abuela. A 80 metros de su casa, el joven quedó en medio de un tiroteo entre policías y ladrones que huían tras un asalto. Murió tras dos días de agonía.

Durante la investigación judicial se determinó que el hecho se registró durante una emboscada que policías de la división Robos y Hurtos, a la que pertenecía Arena, le tendieron a dos ladrones que habían asaltado una pizzería, uno de los cuales también murió en el tiroteo. Según Robles, Arena, que "tenía mucho peso" en Robos y Hurtos, "armó la ratonera" para los asaltantes, pero cayó su hijo. "Este era un proceder habitual de esa basura, un asesino en potencia", agregó.

Robles se mostró además muy dolido por la falta de apoyo que la Policía Federal tuvo para con él y su familia, lo que atribuyó a que Arena es familiar de un miembro del Poder Judicial. (Télam)

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