Año CXXXVII Nº 48535
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Opinión
Información Gral
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Educación
Campo
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Salud 06/10
Autos 06/10
Turismo 03/10
Mujer 03/10
Economía 03/10
Señales 03/10


contacto

servicios

Institucional

 sábado, 09 de octubre de 2004

Experiencia de alumnos del tercer ciclo de la Escuela Nº 1.331
Telescopios que miran más allá de las estrellas
Con material descartable construyeron instrumentos astronómicos

"Aprender haciendo". Con esa propuesta directivos y docentes de la Escuela Nº 1331 Vicente López y Planes entusiasmaron a sus alumnos de 8º y 9º años del tercer ciclo de la EGB a realizar un trabajo integral e interdisciplinario: la construcción de 40 telescopios newtonianos con materiales reciclables. El proyecto tuvo repercusiones internacionales y recibió la invitación para ser expuesto en un congreso mundial de astronomía, que se realizará en Chile en noviembre próximo. Pero hay más, el objetivo de tal iniciativa también se corresponde con un anhelo más amplio: reducir la violencia y fomentar el esfuerzo dentro del ámbito escolar.

A comienzos de este año lectivo, el profesor de matemática y tecnología, José María Palandri, invitó a sus alumnos a construir con material descartable 40 telescopios Newtonianos, con los cuales podrían observar desde la Luna y las constelaciones, hasta las aves que habitan en la zona.

Al principio, los estudiantes miraron con desconfianza la invitación, con frases como: "Profe, usted está loco, eso es imposible", "nunca vamos a llegar a hacerlos", "con qué, si no tenemos nada", "es una locura...". Sin embargo,los alumnos pusieron manos a la obra: empezaron a juntar el material reciclable necesario para la construcción de los telescopios y poco a poco el proyecto cobró forma.

"Uno por chico", advirtió el profesor como para dejar en claro que la tarea era para todos por igual. Después de cinco meses de arduo trabajo en conjunto, cada alumno contó con su telescopio que hoy los ayuda a mirar más allá de las estrellas y a seguir con el estudio del universo y sus planetas.

Los comentarios pesimistas del comienzo cambiaron, sobre todo después de la primera presentación, en la que participaron cien personas, y en las que observaron la luna, Júpiter, la nebulosa de Orion y el cometa Q4. "Al final, el profe no estaba tan loco", comentó uno de los alumnos. Además, "ahora puedo ver con mi familia la luna y el sol y explicarles de que están formados", agregó.

Esto fue un punto extra para el trabajo: los padres de los chicos involucrados en el proyecto comenzaron a apoyar la idea. Algo que para el docente que la impulsó fue más que valorable. "Nadie creía en esto, sin embargo, pasó todo lo contrario, hoy los alumnos ven el cielo junto a su familia", contó el profesor propulsor del proyecto.

Los alumnos comenzaron en marzo con la compilación de materiales reciclables y las herramientas necesarias para la construcción de telescopios newtonianos. Se consiguió el material para el espejo primario, vidrios de 10 milímetros de un boliche abandonado, tarros de aluminio, latas, tubos, arena, abrasivos y el espacio necesario que brindó la escuela para realizar el trabajo.


Un cambio
Los docentes cuentan cómo la tarea templó la paciencia de los chicos que tenían problemas de agresividad. "Hay que ver cómo cortaron con tarros los vidrios que tardaban una hora en marcar un milímetro hasta cortarse, con mucha paciencia los alumnos giraban y giraban las latas sobre el vidrio. Comenzaron a valorar el trabajo que estaban realizando y cada uno de ellos fue encontrando un lugar dentro del grupo. Cada uno con un talento que sumado a otros les permitió contar con algo hecho por sus propias manos", expresó la directora de la escuela, Marta Díaz Guzmán.

No por casualidad "combatir la violencia y la agresividad de los niños desarrollando en ellos capacidades de autoestima y valoración personal", es la frase que con mucha emoción repite una y otra vez la directora de la escuela, luego de meses de trabajo cooperativo entre alumnos y docentes y demostrar que "todo se puede".

A esto se suma otro proyecto: "De noche las estrellas y de día aprender a volar", tal como nombraron a la propuesta de fotografiar las aves del ecosistema de la zona de la escuela, ubicada a la altura de Córdoba al 9600, usando los telescopios propios.

"Me gustaron las constelaciones, los pájaros de cerca y hacer los espejos para los telescopios", repitió más de un alumno para comentar la experiencia.

La construcción de telescopios con material reciclable es un trabajo innovador, ya que no hay escuelas en Latinoamérica que realicen esta experiencia. Por tal motivo, el proyecto fue publicado en varias páginas web de distintos países y en la revista Sildewlak Astronomer, de San Francisco (Estados Unidos), perteneciente a la Asociación de Astrónomos Callejeros.

Además, "nos invitaron a un Congreso mundial de Astronomía para compartir el proyecto con todas las escuelas de Latinoamérica", afirmó el profesor Palandri.

Los alumnos en todo momento dejaron en claro con sus expresiones y mostrando con sus propias manos cómo todo el trabajo se hizo a pulmón, sin recursos y sin el espacio educativo que necesita toda institución para un proyecto de tamaña magnitud. Trabajo sostenido con la colaboración de amigos astrónomos del profesor Palandri, quien pertenece al Foro de Astronomía de constructores de telescopios a nivel latinoamericano. Además de la empresa Herramat, que aluminizó los espejos.

Informe periodístico: Alejandra Chort y

Mauricio Pacheco.

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Los estudiantes de la Vicente López y Planes muestrasn sus telescopios.

Notas Relacionadas
Colaboración


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados