Campaña 2004/05. Dijo que "el peor escenario" es una soja de 120 dólares

Miró: "Argentina debe negociar con China cupos para colocar harina"

El analista instó a negociar una cuotificación. Dudas sobre la cosecha sudamericana

Marcos Cicchirillo / La Capital

No se puede descartar un escenario de 120 dólares para la soja", estimó el titular de la consultora de Novitas, Daniel Miró, como "el peor de los mundos" para cosecha de la próxima campaña. También consideró que la Argentina debe negociar la colocación de cupos de harina en China para evitar que el complejo oleaginoso termine desmantelada como la industria textil. El especialista en mercados agrícolas, en una entrevista con La Capital, esbozó algunos pronósticos y la necesidad de crear un esquema de premios impositivos para aquellos productores que trabajen en la previsibilidad de su negocio.

-¿Comparte con aquellos analistas que consideran que faltarán granos para abastecer la nueva escala del complejo oleaginoso?

-Hoy por hoy no. El problema más serio será la competencia con la capacidad de pago de las fábricas instaladas en China, país que tiene un modelo de expansión y desarrollo que entra en conflicto con el agregado de valor de la industria Argentina. Por eso hay que negociar con China un modelo de compatibilización, si no seremos víctimas de su política. Por ejemplo, cuando abrimos el país indiscriminadamente y dejamos que los chinos vengan a vender camisetas y calzoncillos se acabaron las fábricas de textiles y la gente quedó en la calle.

-¿Puede pasar lo mismo con la industria aceitera?

-No digo que lo mismo, pero podemos encontrarnos en una especie de debate parecido. Faltan discusiones más profundas sobre cuál es la política agroindustrial de la Argentina.

-¿Cuál es el esquema que imagina que se debe negociar con China?

-Esta política de que se llevan sólo soja y aceite y no se llevan harina no es una política justa. Hay que negociar con China cupos para el ingreso de harina argentina; y es posible, porque ellos quieren algo que tenemos y nosotros queremos generar mano de obra y valor agregado.

-¿Cuáles son las perspectivas para el mercado de la soja?

-No dudo que la demanda existe. Aquí se necesita, habiendo Estados Unidos prácticamente definido su cosecha, que la cosecha Latinoamericana no sea tan grande, pero sí que la nuestra sea buena. Se agravará si los precios se ven agredidos por los fondos y subsidios en Estados Unidos. El cálculo es simple: si la soja está a 170 dólares en Chicago, menos un diferencial de 15 dólares, menos retenciones y 5 para fobearlo, te da alrededor de 120 dólares.

-¿Imagina un precio para la soja por debajo de los 400 pesos para mayo?

-Y si el dólar está en tres y el FAS en 120, eso da 360 pesos. Ese es el potencial de baja, pero no creo que llegue. No se puede descartar 130, 140 dólares. Creo que será de corta duración. Después habrá rebote porque a esos precios la demanda mundial será muy fuerte. Dependerá mucho del volumen de la cosecha sudamericana. Habrá que confiar que con estos precios Brasil no crecerá en la proporción que todo el mundo piensa. Lo dijo Maggi, el gobernador de Matto Grosso, "a estos precios yo paro de expandir". Ahí estará una limitante.

-Con la falta de agua actual, ¿habrá menor superficie sembrada de soja?

-Es probable, se necesita urgentemente una readecuación de los niveles de humedad. El problema es que los tiempos se van acabando. Y el mercado empezará a reaccionar. Chicago cuando vea que acá no se puede sembrar la soja en su momento óptimo, como ya está ocurriendo en Brasil, dejará de estupidizarse con algunos problemas internos. Por ahí en dos semanas estamos discutiendo algo distinto. El escenario más probable es una producción en América del Sur que oscilará entre 90 y 94 millones de toneladas, con un crecimiento de la soja de segunda. Existe la posibilidad de un Niño hacia fin de año, pero habrá que ver. Febrero es crítico.

-¿Cómo ve el problema de la roya?

-Existen 2,5 millones de hectáreas fuera de la Pampa Húmeda, lo que se llama el norte grande, que son el primer frente contra la roya. Según expertos es una región viable para un ataque de roya. Argentina, más allá de los conocimientos, no está muy preparada. Un cliente nos decía el otro día que quería comprar con "desesperación" el mosquito. "Porque cuando venga el problema de la roya, si no lo tengo, no fumigo ya que en ese momento habrá un mosquito por cada treinta tipos que lo pidan", decía.

-Con la falta de agua, ¿cómo ve el trigo diciembre?

-Complicado. Existe preocupación. El 45% del área triguera tiene problemas de agua y no sólo en el norte, aquí también tiene que llover, y rápido. Hay problemas en Esperanza, Rafaela, San Justo, Jesús María, San Francisco. Pérdida muy significativa en el rendimiento de trigo.

-¿Y respecto a los mercados de aceite y harina?

-El mercado de aceite promete mucho y el de harinas no tiene límites.

-¿Por qué dice que el girasol es la niña mimada?

-Es el único grano que no padecerá el problema del precio. Es más, se afirma día a día y ya está bordeando los 180 dólares. Algo más de 30 dólares de diferencia con la soja.

-¿Con un mercado tan volátil, cuáles son las coberturas que aconseja?

-Hoy la única cosa inteligente para hacer está referida al trigo, porque si mañana llueve, los precios se comienzan a aflojar y la gente se asusta, va y vende forward para cubrirse. Eso es una cobertura, pero no es lo mejor, porque uno queda enyesado. Queda vendido en 100 toneladas de trigo, por ejemplo, que tiene que entregar y hoy no sabe si las tiene. Distinto es cuando tengo un silobolsa lleno con soja y la vendo a noviembre. La soja está. La soja empieza a ser atractiva para posicionarse en call de Chicago por si hay un rebote. Si fracasa la cosecha sudamericana, un call que hoy vale cinco dólares mañana puede costar 15, 20 dólares. Lo vimos en esta campaña. En el mercado local, el productor le debe prestar más atención a los put, que permiten hacerse de un piso. Por ejemplo, en el mercado de trigo tenés un put a 92 dólares, un precio razonable. ¿Entonces, por qué no lo compran? Porque no se quieren gastar la plata.