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 miércoles, 04 de agosto de 2004

Darían 38 años a una soldado que torturó en Irak

Fort Bragg. - Un comité militar de Fort Bragg, Estados Unidos, analiza desde ayer si la soldado estadounidense Lynndie England, una de las principales figuras del escándalo de abusos en la prisión iraquí de Abu Ghraib, debe responder ante una corte marcial por su conducta. Las fotos que dieron la vuelta al mundo en mayo muestran a esta mujer de 21 años, ahora embarazada, riendo en pose triunfal frente a una montaña humana de presos iraquíes desnudos. En caso de ser hallada culpable, podría ser condenada a 38 años de prisión.

England se presentó ayer por la mañana en uniforme militar en el edificio de la base de Fort Bragg, estado norteamericano de Carolina del Norte.

Un acta de acusación del ejército dice que si England es culpable de todos los cargos está expuesta a "destitución deshonrosa, retención de todo ingreso y confinamiento por 38 años". En total enfrenta 19 cargos, incluyendo violencia contra los detenidos, conspiración para maltratarlos, haber cometidos actos indecentes y mala conducta profesional.

Está previsto que la audiencia se extienda durante varios días. Si el comité deriva el caso a una corte marcial, los expertos en derecho estiman que el proceso comenzará en el otoño (boreal).

Los defensores de la soldado quieren hacer valer el argumento que ella sólo siguió instrucciones. Esto mismo había sido manifestado por England en una entrevista televisiva en mayo pasado, e indicó que se le ordenó que posara para las fotos. De esta manera se buscaba intimidar a otros presos, y la estrategia dio resultado, apuntó.

Las fotografías que en mayo pasado dieron la vuelta al mundo muestran a la joven mujer sonriente y con pose triunfante ante reclusos desnudos. En otra se la ve sosteniendo de una correa de perro a un prisionero tendido en el suelo. Los defensores de England creen que se quiere convertir a la mujer en un chivo expiatorio y que ella simplemente siguió órdenes.

A principios de junio pasado, aparecieron en la prensa estadounidense varios documentos de diversos departamentos en los que se considera legítimos determinados métodos de tortura. Este punto será esgrimido por los defensores. Aunque England, que tenía un rango menor, nunca vio estos papeles, bien podrían haber generado un clima en el que la tortura no fuera absolutamente excluida, opinaron los defensores.

Otros seis soldados fueron acusados por maltratos. Uno de ellos ya admitió su culpabilidad y recibió una pena de prisión de un año. Charles Graner, padre del niño que espera England, también se encuentra acusado. Todos los procedimientos legales contra los soldados tienen lugar en Irak, a excepción del caso de England, quien fue transferida de regreso a Estados Unidos por su embarazo. (DPA y AFP)

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