Murió Capo Máximo, un verdadero crack

Capo Máximo, el extraordinario velocista que a fines de la década del 80 rompía relojes, murió la semana anterior en el haras Abolengo, donde residía tras cumplir funciones como reproductor. El excelente hijo de Farnesio, campeón velocista en 1989, era uno de esos caballos que daba espectáculo y de esos que el público esperaba ver en acción para disfrutarlos. Ganador de 14 carreras en San Isidro, Palermo y La Plata, Capo Máximo no sólo se destacó en las pruebas de velocidad pura, su calidad le permitió sobresalir también en la media distancia. De sus diez victorias clásicas, cuatro fueron las que alcanzó en la recta: los grandes premios Félix de Alzaga Unzué y Gran Premio Ciudad de La Plata (ambos de Grupo I) y los clásicos Pippermint (G2), Estados Unidos de América (G3). Además, se impuso en los clásicos General Manuel Belgrano, Japón, Latinoamérica, Pedro Chapar e Instituto Nacional de la Actividad Hípica (listado). Capo Máximo tuvo en su poder durante varios años el récord de los 1.000 metros de la pista de césped de San Isidro, conseguido cuando ganó el Gran Premio Félix de Alzaga Unzué en 54''. Ya retirado, ingresó como semental en el haras Abolengo, donde diversos problemas de salud no lo dejaron actuar con normalidad. Con reducidas generaciones, produjo a Capo D'Oro, que repitió la hazaña de su padre y se consagró en 1997; Diegol, propiedad de Diego Maradona y ganador del Gran Premio Joaquín V. González; y Machaque, titular del Clásico Estados Unidos de América. Un dato; tanto Capo D'Oro como Diegol y Machaque actualmente son padrillos. Capo Máximo era hijo de Capa Chochi (El Capo), ganadora del clásico Criadores y madre también de Capa Maxi (Candy Stripes), vencedora en Sudáfrica en el Golden Bracelet, y de Capo Total, 3º en el Joaquín V. González sureño.