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 martes, 22 de junio de 2004

El Pentágono levantó el secreto de directivas que indican cómo torturar
En Bagdad comenzó el juicio a tres soldados acusados de apremios. El juez llamó a declarar a cinco generales

Washington/Bagdad. -Mientras en Bagdad se iniciaba el juicio contra tres militares acusados de torturas a los prisioneros iraquíes, el Pentágono se adelantó a un pedido de los abogados defensores y levantó por propia decisión el secreto de algunos memorandos firmados por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, referidos a procedimientos en interrogatorios a los detenidos en la base de Guantánamo. Entre los procedimientos autorizados formalmente figuran el uso de perros para amedrentar a los prisioneros interrogados e incluso la inmersión de su cabeza en el agua, aunque el Pentágono asegura que este procedimiento no llegó a utilizarse. Todas estas técnicas han sido denunciadas como torturas por organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos.

Los funcionarios del Departamento de Defensa rechazan con vehemencia que las técnicas, entre ellas el uso de perros para inducir el miedo, constituyan tortura. Los memorandos que se darán a la luz también incluirán una directiva firmada por Rumsfeld en octubre de 2002 que autoriza la inmersión de la cabeza del prisionero en agua. Sin embargo, las autoridades insisten en que la técnica nunca fue empleada y la autorización para su uso fue rescindida en enero de 2003, después de un proceso interno de revisión y de las objeciones de algunos abogados militares, que dijeron que la práctica violaría las Convenciones de Ginebra.

La técnica de inmersión de agua fue solicitada para un prisionero en particular, un militante de alta jerarquía de la red terrorista Al Qaeda, quien se creía que tenía información sobre un posible ataque terrorista, como también datos sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001, según aduce el Pentágono. Funcionarios identificaron al detenido como Mohamed al Qatani, un saudita que se cree iba a ser el vigésimo secuestrador en el comando que realizó los ataques del 11 de septiembre (ver página 16).

El memorando firmado por Rumsfeld no precisa que la técnica de inmersión en agua fuera empleada solamente en un único detenido, pero sí requiere de mayores notificaciones y autorizaciones antes de ser empleada. Los funcionarios del Pentágono insistieron en que ello no ocurrió. En cambio, el prisionero fue sometido a una sesión de interrogatorio de hasta 20 horas, fue afeitado por la fuerza -algo que musulmanes devotos pueden considerar ofensivo- y se le dieron raciones de comida militares en vez de su dieta habitual. La información no precisa si las raciones militares suministradas incluían ingredientes que los musulmanes tienen prohibidos, como la carne de cerdo.

La semana pasada Rumsfeld se quejó de que había gente que definía la tortura de una manera que, en sus palabras, "no se ajusta a una definición de diccionario de la palabra que uno normalmente aceptaría. No hay espacio para la duda en la mente del presidente o en mi mente acerca de la tortura", aseguró Rumsfeld.

Las fuentes dijeron que un memorando firmado por Rumsfeld autoriza obligar a los detenidos a estar parados por períodos de hasta cuatro horas seguidas. "Yo estoy parado durante ocho horas al día", anotó Rumsfeld al pie de la página de la orden, según una fuente. Rumsfeld, a quien no le gusta sentarse, trabaja parado detrás de un escritorio alto en su despacho del Departamento de Defensa.


Proceso en Bagdad
En Bagdad, en tanto, comenzaron las audiencias del juicio a tres soldados imputados de abusos y torturas a los prisioneros iraquíes. El juez militar dio lugar a un pedido de la defensa y declaró a la prisión donde ocurrieron las torturas, Abu Ghraib, como "escena del crimen" y por lo tanto prohibió su demolición. El gobierno de Bush había dicho ante el escándalo de las torturas y abusos que demolería la enorme cárcel. Ubicada a la salida de Bagdad no sólo se hizo famosa por las torturas y abusos de los norteamericanos sino que bajo los casi 30 años de la dictadura de Saddam Hussein fue un activo centro de detención, tortura y ejecución de opositores. Se estima que hasta 3.000 personas morían allí por año.

Este es el segundo juicio que se celebra por las torturas que sufrieron los presos iraquíes en Abu Grhaib a manos de soldados estadounidenses, un escándalo que salió a la luz el pasado mes de abril. El primero se celebró hace un mes. El soldado Jeremy Sivits, quien hizo la foto en la que aparecen formando una pirámide de cuerpos desnudos media docena de presos iraquíes, fue condenado a un año de prisión, degradación y expulsión del Ejército.

Los tres militares juzgados ahora se enfrentan a penas mucho más severas, y se negaron a declarar durante el juicio a Sivits, alegando que no estaban obligados a autoincriminarse. Los sargentos Davis y Frederick y el cabo Graner podrían ser condenados a penas de hasta 18 años de prisión.

En otra decisión que causó ayer grandes títulos en noticieros y diarios on line de EEUU, el juez accedió al pedido de la defensa del Davis para interrogar al militar de mayor rango en Irak, el general Ricardo Sánchez, y a su inmediato superior, el jefe del Comando Central John Abizaid. Los altos oficiales podrían invocar el derecho a no autoincriminarse y negarse a responder a las preguntas, señalaba ayer el Washington Post. La orden afecta además a otros altos cargos militares, como el teniente general Thomas Metz, vice comandante en Irak y el general de división Geoffrey Miller, a cargo de los centros de detención militares en Irak. También deberá comparecer la general de división Barbara Fast, jefe de inteligencia militar en Irak. Según aducen los soldados acusados, las órdenes de abusar y torturar a los prisioneros provenía de los oficiales de inteligencia militar.

Uno de los abogados defensores, Paul Bergrin, adelantó a la prensa que reclamará al juez que cite al presidente George W. Bush y al secretario de Defensa Donald Rumsfeld por considerarlos responsables máximos de las torturas y abusos a los prisioneros.

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El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

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