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 domingo, 02 de diciembre de 2007  
Los archivos de la calle Santiago
En 1984 la justicia descubrió un registro con 3 mil fichas en el domicilio de Jorge Pérez Blanco

La existencia de archivos de la represión ha sido largamente debatida desde el fin de la dictadura. Una pista concreta de su existencia se tuvo el 19 de septiembre de 1984, cuando el juez Francisco Martínez Fermoselle allanó la casa de Santiago 1254, domicilio de Jorge Walter Pérez Blanco. Allí apareció un fichero con 3.000 tarjetas ordenadas alfabéticamente por nombre de personas y de entidades, que además remitían a un fichero central.

   La mayoría de los nombres registrados en ese archivo correspondían a estudiantes y profesores universitarios. Algunas tarjetas estaban distinguidas con una cruz, pero no se llegó a descifrar el sentido de esa marca.

   El fichero era tan minucioso y estaba tan actualizado que el propio Martínez Fermoselle encontró una tarjeta a su nombre, que detallaba sus actividades y lo encuadraba en términos políticos. También se hallaba registrado un miembro de la delegación local de la Conadep. Y entre los papeles secuestrados aparecieron un informe sobre una asamblea en el Colegio de Abogados de Rosario y una agenda donde estaban asentados distintos seguimientos, en la que constaba el encargado de cumplirlos, los datos de la persona vigilada, las fechas en las que se llevaba a cabo el espionaje y la firma del responsable. Según una investigación publicada entonces en la revista El Porteño, aparecían mencionadas varias personas desaparecidas entre 1977 y 1978. Además el juez secuestró credenciales de la Policía Federal, la policía provincial y el Ejército a nombre de Pérez Blanco o Jorge West, uno de sus seudónimos.

   Y eso no era todo. La mujer de Pérez Blanco relató que agentes de la Policía Federal y del Ejército habían retirado ficheros antes de la llegada del juez, y la habían interrogado durante varias horas. Pero esos documentos nunca llegaron a conocerse.

   El juez también allanó las oficinas de Córdoba 1792, tercer piso, donde funcionaba una entidad que apareció mencionada como Asociación Rumano-Argentina o bien como Centro Cultural Rumano Argentino. Allí se encontraron papeles comerciales del consulado rumano, documentación de una empresa exportadora de Pérez Blanco, una agenda de contratos con agencias de seguridad y una foto de Pérez Blanco con Alfredo Stroessner, el dictador paraguayo.

   Los otros domicilios allanados pertenecían a Eduardo Rebecchi y Teresa Gaona de Cobe, cuya captura fue pedida junto con la de Pérez Blanco el 5 de octubre de 1984. En la casa de Rebecchi. Dorrego 1638, había tanta documentación que el juez no la pudo llevar y decidió dejar una custodia policial.

   El grupo de tareas que asaltó los Tribunales el 8 de octubre de 1984 también saqueó el domicilio de Rebecchi. Fue un golpe largamente anunciado. Los procedimientos de Martínez Fermoselle y de la Conadep eran seguidos sin mayor disimulo por los mismos agentes a los que se pretendía investigar. El 24 de septiembre, el presidente de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario, Ramón Teodoro Ríos, declaró que “personas extrañas a la investigación se han presentado a los lugares donde se realizaran los procedimientos atribuyéndose el carácter de personal adscripto a servicios de inteligencia, llevándose por su cuenta documentos” y denunció a la vez “el seguimiento por personas desconocidas” del juez y su secretario, Francisco Martín. Los organismos de derechos humanos también alertaron públicamente sobre la situación en que se desarrollaban los operativos.

   Al declarar por el robo a Tribunales, Pérez Blanco dijo que al ocurrir los hechos se encontraba en Buenos Aires y afirmó haber estado en los hoteles Sportman y Gran Sarmiento. Sin embargo, su versión no cubrió el lapso del 7 al 8 de octubre, y el juzgado actuante no lo interrogó al respecto ni le pidió pruebas de sus dichos.
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