Trampas de la cultura del exceso

“El ser humano de hoy no tiene paz, fluye sin solidez corporal, emocional o intelectual como dice Zigmunt Bauman (sociólogo, autor del libro Modernidad Líquida)”, reflexiona el médico y especialista en psicoterapia Máximo Ravenna, convencido de que el paradigma en el que estamos inmersos es el gran responsable de que haya tanta gente con sobrepeso.

“En la aldea globesa, como suelo llamarla, comer se hizo adictivo. Las heladeras están repletas y plagadas de imanes con teléfonos de lugares que venden empanadas, pizzas, postres, masas y facturas. Cada vez hay más televisores y computadoras, y por ende menos movimiento del cuerpo. La voracidad está en todas partes”, manifiesta con cierto enojo. ¿Cómo se hace para luchar contra eso? “Con confianza, con entrega y disciplina. Quizá, entrar en la gordura no sea responsabilidad nuestra, pero salir, sí lo es”, afirma.

En la Argentina, dice Ravenna, hay un 60% de personas con sobrepeso, cuando históricamente esos niveles eran del 15 ó 20%. “La mayoría de los gordos fueron flacos alguna vez, pero empezaron a engordar impulsados por un entorno que alienta el consumo, el facilismo, el sedentarismo, la sobreabundancia, las alacenas repletas”, señala el médico y se pregunta: “¿Cómo es posible que la gente se ponga a comer como si viniera de una guerra? Hay que volver a la porción pequeña. Los bordes del plato están para que la comida no se caiga sobre el mantel, no para llenarlo y terminárselo todo”.