No puede ser peor

Newell's perdió con Olimpo y entró en zona de descenso

Luis Castro / La capital

“Si ves al futuro dile que no venga”, fue el mensaje de Juan José Castelli, el orador de la Revolución de Mayo, que le hizo escribir a su médico imposibilitado a decirlo por sus propios medios debido a un tumor en la lengua. Nada tiene que ver el fútbol con lo vivido hace tiempo, pero la frase le cabe a la perfección a este Newell’s que sigue sin encontrar el rumbo, con un presente preocupante y un futuro, a esta altura, incierto. Y que se hunde cada vez más. Cayó ante Olimpo, rival directo en la pelea de la tabla de abajo, y quedó sepultado en el descenso directo. Como para que el desconcierto sea aún mayor.

Era uno de los partidos a ganar de los que restan de acá al final del torneo Apertura. Porque los puntos “valen doble” o “triple”. El empate de poco servía y una caída sería poco menos que catastrófica. Era ganar o ganar, pero la Lepra se durmió en la última bocha. Centro de Araujo tras un lateral cedido por Ré, Gaitán increíblemente la pifió en el área, Matute Morales no perdonó y la alegría fue toda aurinegra.

El golpe demoledor llegó en tiempo de adicional y a un puñado de segundos del final. Por eso la desazón, bronca y amargura embargó a todos los jugadores, que buscaban una explicación que no encontraban. Gaitán se quedó mirando hacia cualquier parte por ser el responsable de un error que a Newell’s le costó tres puntos importantísimos.

Claro que antes hubo más de noventa minutos en donde el equipo de Caruso Lombardi no pudo vulnerar el arco de un dubitativo Cauterucchi. Si bien dominaba el juego, los intentos en su gran mayoría llegaron con remates de media distancia de Salcedo y Ansaldi. En cambio, Olimpo había tenido una muy clara con Lujambio como protagonista. El delantero fusiló a Gutiérrez, quien con una mano cerró el arco. Enseguida, Morales ensayó un tiro libre que se fue apenas arriba.

Newell’s intentaba ser el dueño de un juego por demás de anodino. Pablo Pérez probó desde afuera del área y su remate se fue contra los carteles y posteriormente otro tiro del volante encontró las manos de Cauterucchi.

Las respuestas del bahiense eran más peligrosas. Gaitán trastabilló en el área leprosa y la pelota le quedó para que Wagner rematara, pero apareció de nuevo Gutiérrez en todo su esplendor para disimular el error en el fondo. Y habría una nueva salvada más del jujeño. Otra vez Josemir Lujambio apareció en soledad, se la picó y con un manotazo tras una gran estirada la tocó al córner en el momento que la pelota buscaba la red. La Lepra contestó con otro disparo de Pérez y Steinert, pero sin demasiado peligro para los anfitriones.

Newell’s no logró su objetivo y se fue de Bahía Blanca con las manos vacías. La lluvia bendecía a los de Olimpo mientras que las lágrimas rojinegras se mezclaban con el agua que caía del cielo. Lágrimas de dolor, angustia e impotencia. Porque el equipo no suma, sigue sin ganar de visitante (ahora son doce los encuentros que acumula) y volvió a estar en zona de descenso directo. Hoy nada puede ser peor. l