El campo busca otra relación con el gobierno

Los dirigentes del sector hacen su lectura del resultado electoral

Fabiana Monti / La Capital

El resultado de las elecciones presidenciales avaló un modelo económico que prioriza el alto crecimiento económico y herramientas de intervención que en los últimos cuatro años de gestión fueron motivo de una conflictiva relación entre el gobierno de Néstor Kirchner y las entidades y empresarios del sector agropecuario. Si bien es algo exagerado considerar que existe un voto del campo, la lectura del resultado electoral en distritos directamente relacionados con la actividad agroeconómica permite concluir que incluso hacia el interior del sector, como mínimo, no hubo una impugnación contundente de la política oficial.

El mundo está hecho de contradicciones y el campo argentino no es la excepción. Y si bien no son posibles las miradas únicas y unilaterales, en lo que sí hay un consenso generalizado es que del análisis poselectoral surgen lecturas que abogan por una nueva relación con el nuevo gobierno de Cristina.

Miguel Schiaritti, presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra), abrió el juego al señalar que la población votó teniendo en cuenta el comportamiento de la economía y, por consiguiente, el crecimiento económico de los últimos años. “El productor agropecuario, a pesar del discurso de algunos dirigentes rurales, sopesó los resultados positivos de la macroeconomía con los efectos negativos de algunas medidas sectoriales y convalidó en las urnas el resultado final de dicha ecuación”, dijo.

Para Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), “en los lugares donde habían pasado una crisis muy grande en el 2001, por la caída de la actividad económica, la gente votó por mantener ese crecimiento, y eso se ve más claro en los lugares de mayor producción como la Pampa Húmeda”.

“Un ejemplo es que teníamos 11 millones de hectáreas hipotecadas, hoy tenemos sólo 7 mil carpetas en los bancos”, reconoció, aunque también advirtió que siguen siendo válidas las críticas del sector a la falta de políticas de largo plazo. Por ejemplo, “la ganadería en Argentina en los últimos años creció el 4% cuando en Uruguay creció el 70%, en Brasil el 56% y en Paraguay el 14% ”.

Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria Argentina, opinó que “una parte importante de la población agropecuaria ratificó el rumbo marcado en la gestión de Néstor Kirchner, de tipo de cambio alto, economía en expansión y perfil productivo-exportador”.

Luciano Miguens, de la Sociedad Rural Argentina (SRA), fue algo más crítico. Admitió que hubo un voto relacionado con el campo que avaló el “momento favorable” de la economía pero también advirtió que “la oposición no tenía una propuesta muy contundente para el agro”.

Para Angel Girardi, presidente de la Asociación Argentina de Productores de Carne Bovina (Aprocaboa) “hay una gran confusión porque todos se quejan pero después le dan los votos”. Desde su punto de vista, el sector no encontró en la oposición una propuesta concreta para resolver los problemas

Si bien falta un mes para la asunción de Cristina, el aumento de las retenciones marcó la cancha. Las reacciones fueron diferenciadas. Carsfe y Carbap anunciaron protestas. Desde los frigoríficos, cinco cámaras empresarias se apresuraron a señalar que están dispuestas a renovar el acuerdo por el precio de la carne.

Miguel Schiaritti, de Ciccra, consideró que este es el momento para “dejar de lado antiguos agravios y despojarse del egoísmo extremo para alcanzar un acuerdo de crecimiento”.

Si bien la suba de las retenciones ratifica la continuidad de la política del gobierno hacia el sector agropecuario, es probable que Cristina busque una “institucionalización” de los mecanismos de intervención. En el horizonte ya hay algunos proyectos legislativos fogoneados por diputados oficialistas, que seguramente serán motivo de discusión: uno es la ampliación de funciones a la Oncca para asignarles funciones parecidas a las ex juntas de granos y carnes.