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domingo,
29 de
julio de
2007 |
Elecciones 2007. A partir de un escenario fiscal equilibrado, los economistas plantean diferentes escenarios para la provincia
La economía que espera al nuevo gobernador
Cuatro fundaciones de estudios económicos analizan el escenario financiero provincial
Marcos Cicchirillo / La Capital
El 2 de septiembre los santafesinos elegirán un nuevo gobernador. Los dos principales candidatos a ocupar el sillón del Brigadier, Hermes Binner y Rafael Bielsa, esbozaron en estas páginas antes de las primarias del 1º de julio la agenda económica que piensan imprimirle al Estado provincial en caso de asumir a partir del 10 de diciembre.
Ahora, cuatro fundaciones de estudios económicos (Apertura, Funif, Ieral-Mediterránea y Libertad), dan su visión sobre las condiciones en las que asumirá el sucesor de Jorge Obeid y los desafíos que deberá enfrentar en los próximos cuatro años.
Todas parten del mismo punto. La provincia cerrará el 2007 con las cuentas equilibradas, pero a partir de allí las posiciones se bifurcan. Las diferencias no sólo aparecen a la hora de definir la forma de encarar políticas públicas a futuro sino además sobre la situación real de las cuentas santafesinas en el presente, que serán el legado del actual gobierno.
La Fundación Apertura es la más crítica. En un informe reciente advirtió que “la situación fiscal expone varios graves problemas que a corto plazo pueden comprometer” las cuentas de la provincia.
Considera que la necesidad de avanzar en el blanqueo salarial de los trabajadores públicos, la creciente necesidad de subsidios a Aguas Santafesinas y la EPE, llevaría en el 2008 a entrar en “un importantísimo déficit”.
En cambio, Germán Martínez, director ejecutivo de la Fundación para la Integración Federal (Funif), considera en cambio que la próxima gestión en Santa Fe arrancará con un panorama mucho mejor que el de hace cuatro años, cuando empezó la segunda administración de Obeid.
“La agenda de desarrollo santafesino tiene mucho que ver con la profundización del rumbo trazado y la ampliación cuantitativa y geográfica de sus alcances”, dijo Martínez.
Por estas razones, “el gobierno que venga deberá resistir a la tentación de dos pecados capitales muy argentinos: en primer lugar, creer que comenzamos desde cero, negando lo conseguido; y, en segunda instancia, pensar que está todo hecho, durmiéndonos en los laureles”, agregó.
Impuestos
Respecto a las cuentas públicas, Martínez aseguró que “el superávit fiscal que la provincia viene obteniendo desde 2004 es una clara demostración que el Estado puede ahorrar, pero al mismo tiempo, desarrollar todas sus políticas sin ningún tipo de dependencia ni restricciones”.
Resaltó que “esta conducta fiscal permitió instrumentar una serie de políticas para el desarrollo: la principal fue el mantener la estabilidad del sistema tributario, no incrementando ningún impuesto, manteniendo las exenciones otorgadas y eliminando gradualmente impuestos distorsivos no coparticipables a municipios y comunas”.
Y destacó que este hecho “brindó previsibilidad y reglas de juego claras que contribuyeron a la actual situación de bonanza.”
Para la Fundación Apertura, el lema oficial de realizar obras sin aumentar impuestos es “legítimo en el corto plazo” pero esconde un mensaje preocupante hacia la sociedad “de abundancia y holgura, que potencia los riesgos planteados y la demanda de los distintos sectores, y acelera las correcciones vía aumento de impuestos o conflictivos ajustes”.
Desde este punto de vista, “la idea de abundancia fiscal tapa la necesidad de discutir el diseño de un nuevo tipo de Estado”.
Desempeño fiscal
El último informe de la Fundación Libertad sobre finanzas provinciales destaca que Santa Fe marca “una notable diferencia” con el resto de las provincias en el desempeño de sus indicadores fiscales-financieros.
Mientras la situación en el conjunto de los distritos tiende a desmejorar, en la provincia el resultado positivo pasó de 78 millones de pesos en 2002 a 242,8 millones en 2006, explican desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Además, los analistas del IEE “prevén un excedente fiscal para el 2007 del orden de los 300 millones de pesos”.
En este sentido, calculan que “la provincia acumuló fondos por 1.350 millones para este año”. En materia de deuda, que en diciembre de 2006 ascendía a 1.500 millones de pesos, la fundación destaca que “el stock cayó 1,8% y se encuentra entre las más bajas para el conjunto de distritos”.
Para Tulio Ceconi, economista de Ieral-Mediterránea, el desafío del próximo gobierno a nivel provincial será “mantener el equilibrio fiscal”, ya que estimó que si continúan el ritmo de aumentos salariales y la inflación “seguramente el presupuesto no le dará”, dijo el economista.
Pero más que incrementar impuestos, el economista está convencido de que hay mucho margen en el desempeño del Estado para mejorar la “eficiencia y eficacia”.
Reformas
“Está faltando una reforma de la administración pública y la descentralización en varias áreas del Estado como en educación, salud, seguridad y Justicia”, enumeró Ceconi, quien agregó: “En muchas áreas el problema no es la cantidad de recursos sino cómo se utilizan”, por lo que insistió en la necesidad de que los presupuestos sean confeccionados “no sólo en dinero sino en cantidades físicas”.
Para la Fundación Apertura, el superávit fiscal de la provincia se explica en parte por una serie de “déficits” en políticas públicas.
En ese punto y a modo de ejemplo, considera que “si desde la provincia se quieren devolver al municipio de Rosario los fondos que destina a la salud (como hace Córdoba con los municipios que prestan servicios de salud públicos de incumbencia provincial), casi desaparece el superávit fiscal de este año”, explicaron.
Lo mismo ocurriría, a entender de Fundación Apertura si la provincia corrigiera “las desigualdades en la inversión pública en la mayoría del interior provincial” o solucionara los problemas de coparticipación a municipios y comunas, que “fueron sólo parcialmente resueltos en el presupuesto 2007”. Equilibrar esto “consume el superávit fiscal previsto”, señalan.
La presión al presupuesto
En este argumento, la necesidad de blanquear las sumas no remunerativas que integran el sueldo de los trabajadores públicos y los aportes a las empresas públicas, también meterían presión al próximo presupuesto.
“En este ejercicio, la provincia subisidia a Aguas Santafesinas (Assa) con una partida de 88 millones de pesos y para completar un adecuado plan de obras harían falta inversiones adicionales por 300 millones de pesos, que sin duda deberán salir de aportes del Tesoro provincial”, dijeron.
El ministro de Hacienda provincial, Walter Agosto, no cree en estas advertencias. Asegura que este año las cuentas están aceleradas y desafía al próximo gobernador, que, a su juicio, “tendrá mucho margen para realizar políticas públicas sin necesidad de aumentar los impuestos”.
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Obras en La Picasa. Las entidades plantean diferencias sobre los "superávit" y los "déficit" de la provincia.
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