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domingo,
31 de
diciembre de
2006 |
Derechos humanos. Ecos del caso Gerez
La "decisión política"
como respuesta inmediata
A diferencia de lo ocurrido con la desaparición de López, Kirchner ahora buscó recuperar la iniciativa
Javier Felcaro / La Capital
"Decisión política". La definición, breve pero contundente, se repitió ayer como un mantra por los pasillos de Balcarce 50 para explicar las razones del hallazgo en Garín del militante kirchnerista Luis Gerez, a quien tan sólo dos días antes parecía habérselo tragado la tierra.
Es cierto que el albañil reapareció anteanoche, casi una hora después de que el presidente Néstor Kirchner apelara (por segunda vez en su mandato) a la cadena nacional. Aunque, más allá del efecto atribuido al discurso por la inmediata corporización de Gerez, calificadas fuentes del gobierno revelaron a La Capital otros factores gravitantes.
"En un lugar tan pequeño se hizo desembarcar a unos 3.000 policías y gendarmes. Fue la decisión política con que (los captores) se encontraron y por eso lo largaron", argumentaron.
El mix de la desaparición de Gerez y la del otro albañil, Jorge Julio López, el testigo clave que llevó a la condena por genocidio al represor Miguel Etchecolatz y del que nada se sabe hace más de 100 días, terminó activando todos los sensores de la Casa Rosada.
Por eso el rápido blanqueo del secuestro temporario del militante: el jueves pasado, horas antes de que la prensa amplificara el rapto, el propio jefe del Estado (ya notificado de lo ocurrido con Gerez) alertó en declaraciones radiales acerca de un sector dispuesto a lo peor "hasta que este loquito se vaya".
Si bien nada se sabe aún de los captores, en el gobierno aseguraron que hay una ligazón entre lo vivido por Gerez, quien declaró contra el ex comisario Luis Patti en Diputados para evitar que se sentara en una banca, y la suerte corrida por López.
"Al evaluar quiénes son los imputados en las causas, dos que vienen de la Bonaerense, queda claro que no son hechos aislados. Además, lo primero que pidió Gerez es que no avisaran a la policía", recordaron.
Sobre los grupos paramilitares aludidos por el presidente (aunque sin aportar mayores precisiones), en la Rosada reconocieron que "hay que estar atentos", aunque consideraron que la reaparición del militante "es una respuesta de su capacidad, que no es tanta".
"Etchecolatz y Patti tienen poder, no hay dudas. Pero no sabemos hasta dónde si se les contrapone otro superior. Por eso, como dijo Kirchner, no habrá amnistía, obediencia debida ni punto final sino cárcel común para ellos", desafiaron.
El jefe del Estado buscó arremeter contra los sectores que vienen resistiendo la actual política de derechos humanos y, a su vez, recuperar la iniciativa frente a "un acto mafioso con claros objetivos de amedrentar".
Ahora se insistirá en reclamar celeridad en los juicios a los responsables de los crímenes perpetrados durante la última dictadura militar y "hacer cumplir la ley de una buena vez por todas".
Interrogantes
Pero son muchos los interrogantes todavía por dilucidar (en un fin de año sobrevolado por peligrosos fantasmas sin exorcizar), entre ellos el paradero de López, una historia con final abierto cuyo comienzo en Los Hornos, admitieron, tomó por sorpresa "a todos".
"Se perdieron muchos días de investigación e influyó la actitud de la familia del albañil, que de entrada no pensó en un secuestro. Como ocurrió con Gerez, es importante ponerse manos a la obra en el acto", señalaron.
También reiteraron la importancia de que los testigos y querellantes acepten sin temores la custodia: "El Estado defenderá al ciudadano y las Fuerzas Armadas tienen metida en la cabeza la verticalidad que impera hoy".
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