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domingo,
31 de
diciembre de
2006 |
Panorama político
Verano caliente en la política santafesina
Mauricio Maronna / La Capital
Después de tres años sin conceder entrevistas en Rosario, Carlos Reutemann viajó a la ciudad y dejó definiciones claras y contundentes.
Aseguró que no hay razones para que Santa Fe cambie de signo político, puso sobre la mesa las cuantiosas inversiones que llegaron a la provincia, disparó ironías al por mayor a los justicialistas que mataron la gallina de los huevos de oro (ley de lemas) por la ofensiva mediática y se encargó de hacer público lo que Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, le transmitieron: la Casa Rosada considera que Rafael Bielsa debe ser el candidato a gobernador.
El Lole internalizó un yeite dialéctico que circula como un espiral en el poder central: "Si sonás, sonaste". Por eso, aunque haya constituido toda una novedad su predisposición a ser vicepresidente en una fórmula compartida con Cristina, se ubicó como tercera opción, detrás de Julio Cobos y Felipe Solá.
El resultado de una encuesta de más de 1.500 casos en provincia de Buenos Aires (la gran electora en elecciones nacionales) sorprendió a los habitantes de Balcarce 50. Reutemann superó ampliamente a Solá en imagen positiva y se ubicó también (aunque con una diferencia menor) por encima del vicepresidente Daniel Scioli, a quien el kirchnerismo sacó del placard y lo mandó a mostrar su sonrisa eterna en el poco glamoroso conurbano.
La resolución del caso Gerez le permite al mandatario bonaerense volver a vivir. Sus acciones (extremadamente devaluadas hasta el momento de la aparición del albañil) pegaron un brinco y ahora habrá sobredosis felipista en diarios, revistas, radios y programas televisivos.
Los lectores de esta columna no se sorprendieron por lo que Reutemann dijo, al fin, públicamente: en el mes de julio se escribió que ya le había comunicado a Néstor Kirchner su decisión de no pelear por la Gobernación. "Néstor, mirá para otro lado. Te lo digo con el tiempo suficiente para que busques otros candidatos", fueron sus palabras de entonces. Cristina mantiene una fluida relación con el santafesino, y hasta el ministro del Interior, Aníbal Fernández, reconoció su "estatura política".
En el campamento bielsista tomaron con euforia los dichos del Lole, aunque el ex canciller deberá recomponer rápidamente los lazos dañados cuando, meses atrás, dudó públicamente de "la palabra" del ex gobernador respecto a una potencial postulación a gobernador. "Lo que no se hace hoy no se hace más", canta Luis Alberto Spinetta. El viento de cola no sopla eternamente.
El mismo día que las declaraciones de Reutemann rebotaban en los medios nacionales, el diario de negocios Ambito Financiero publicó en una neblinosa nota de tapa que el hombre de Llambi Campbell había decidido postularse a la Gobernación. El imbricado artículo sacó de las casillas al Lole, quien se comunicó con directivos de la publicación y negó la especie.
En el entorno de Reutemann responsabilizaron de entrada a Agustín Rossi por la "operación". Según ellos, se trató de una forma de amortiguar el impacto del "viento de cola" a favor del ex canciller.
La demonizada ley de lemas cayó pero las prácticas políticas siguen siendo las mismas. La necesidad de equilibrar las cargas llevó a Rossi a ofrecerle el primer lugar en la lista de diputados provinciales a Federico Reutemann, sobrino del dos veces gobernador. ¿Más allá de la portación de apellido, cuáles son los méritos del ya legislador santafesino para gozar de semejante privilegio? Ninguna cara nueva asoma en el firmamento de todos los precandidatos.
Las chequeras se han puesto de moda en la política vernácula. A la raquítica polémica sobre el reparto de fondos inducido que el socialismo le achaca a Obeid, la vicegobernadora María Eugenia Bielsa respondió que los cheques de Binner taparon profundos agujeros del Banco Municipal.
Pero también en la disputa peronista la cuestión de las billeteras oficiales goza de influencia. "Esto es claro, Bielsa tiene el apoyo de Obeid y de la Rosada. Una campaña para la interna cuesta no menos de cinco millones de pesos. ¿De dónde van a sacar esa guita (Omar) Perotti y Rossi?", es el pragmático razonamiento de un dirigente que ha gastado suelas en recorrer la bota desde el 91 hasta hoy.
Ni el intendente de Rafaela ni el jefe del bloque de diputados nacionales del oficialismo han dado señales de un rápido deslinde de sus precandidaturas, pese a que el dedo de Kirchner parece inclinarse hacia su ex jefe de la diplomacia.
Sin embargo, no estaría mal que, de una buena vez por todas, el peronismo dirima sus cuitas por el voto de afiliados e independientes habilitados para sufragar en el nuevo régimen de primarias.
El Cuarto Espacio (un conglomerado reutemista integrado por dirigentes respetables) es el que mejor interpretó el estado de las cosas. Aunque suena grandilocuente que se autoproclame como "el fiel de la balanza", el nucleamiento advirtió que en el justicialismo se están privilegiando solicitadas, actos que solamente convocan a los convencidos y pintadas callejeras por sobre la construcción política de conjunto.
Sus principales espadas, Ricardo Spinozzi, Laura Venesia, Ricardo Olivera, Mario Esquivel y Jorge Lagna, entre otros, tienen además un aceitado poder territorial.
Y en este punto recae el futuro del PJ: si no logran disciplinar a los vencidos, Binner ingresará a la Casa Gris el 11 de diciembre de 2007 haciendo repiquetear tambores de victoria.
Reutemann, espantado por la ausencia de oposición al socialismo rosarino, lanzó durante la entrevista del miércoles una sonora revelación. Un altísimo funcionario de la Municipalidad se comunicó con un miembro de la Suprema Corte (¿Rafael Gutiérrez?) para que no sean "extremadamente duros" en relación a varias denuncias contra el municipio.
Aunque la gestión de Miguel Lifschitz esté en medio de una profunda crisis de crecimiento (vinculada a la calidad de algunos servicios), los peronistas rosarinos duermen un sueño que parece eterno.
Es por eso que, tal vez como último recurso para emparejar las chances electorales, circule en el más estricto nivel de confidencialidad un borrador que evalúa la posibilidad de unificar los comicios a intendente con las elecciones presidenciales.
La tarea es fogoneada por un inquieto legislador provincial que no se resigna a ingresar a la cancha con la derrota marcada en la frente. "Si Cristina es candidata a presidenta, el Lole, sea o no su vice, tendrá una participación activa que la propia senadora le pidió. Tenemos que lograr que el apellido Kirchner esté en el cuarto oscuro cuando se elija intendente", blanquea la fuente con expreso pedido de reserva de su identidad.
La semana pasada un artículo de fondo del diario La Nación ratificó lo que aquí se ha escrito más de una vez: la primera dama tiene una pésima relación con el socialismo. "Que Reutemann recorra el interior; yo voy a hacer base en Rosario y a explicar cómo es que se logró semejante boom", le confió la senadora por Buenos Aires a una dirigente rosarina que talla en el cristinismo.
El Lole inicia sus vacaciones cumpliendo una ley no escrita que sucede de año en año, lograr que todos hablen de él: sacudón político en la provincia tras su aparición pública en Rosario, tapa de la revista Caras por su flamante matrimonio, guiño de la Casa Rosada a una eventual candidatura a vicepresidente. Además pese a todos los nones, para Ambito Financiero será finalmente candidato a gobernador. Y, también como cada diciembre, no falta quien lo quiere sacar de la política anunciado un conchabo con alguno de los popes de la Fórmula 1.
En la vereda de enfrente, Binner (si Griselda Tessio confirma el "sí") habrá doblegado a la UCR como socio privilegiado del Frente Progresista: la fiscal no es afiliada radical ni tiene "militancia comprobada". De darse ese escenario, el centenario partido de Alem no estará institucionalmente representado en la fórmula.
Así como para algunos vanidosos íconos de la política nativa "lo importante no es que hablen bien o mal de uno, sino que hablen", con la presencia de un arco político que va desde el Partido Comunista, la Federación Agraria, la agrupación de Marcelo Brignoni, el ARI, los pedepistas, hasta la nueva chica de la tapa, María del Carmen Alarcón, la consigna del PS es sumar respaldos sin pedir certificados de calidad.
Binner y Jorge Obeid se juegan la final del mundo: otra derrota del socialista terminará con sus pretensiones electorales para siempre y, se sabe, para un peronista no hay peor horizonte que el que aparece tras entregarle la banda a un opositor.
El verano político está al rojo vivo en Santa Fe.
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