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domingo,
31 de
diciembre de
2006 |
Reflexiones
Fin de año agitado
Carlos Duclós / La Capital
En diversos planos ha sido hartamente demostrado en el universo: Todo aquello de características distintas que se una para un fin primero o efímero y que se mantenga unido por las formas, pero no por su naturaleza, para un fin posterior y trascendente, tiene como destino el fracaso. Cuando estas uniones de componentes tan distintos como antagónicos persiguen como propósito la causa del ser humano, los resultados suelen ser trágicos. Hay claros ejemplos en el ámbito social y político internacional, en la vida de las naciones, en la ciencia, y, por supuesto, sobran los ejemplos en el campo político argentino y para no abundar en más detalles vayamos a la reciente Alianza que llevó como presidente al doctor De la Rúa, cuyo final fue trágico para el pueblo argentino. Podría decirse que en estos casos se cumple de manera inexorable con la definición: “Cuerpo de esencias diferentes sólo pueden mantenerse unidos por poco tiempo para propósitos específicos que demanden acciones rápidas y de corta duración”. Lo demás es suicidio político y homicidio social.
Lamentablemente, ni los dirigentes (se sabe por qué) ni gran parte de la sociedad (inexplicablemente) observan esta verdad y una y otra vez se suceden los fracasos con los resultados que en Argentina todos conocen. Y así, una vez más, esta vez en la provincia de Santa Fe, naturalezas políticas disímiles se unen para un fin primero: Ganarle al peronismo las elecciones del año próximo. Y seguirán unidas riesgosamente para ellas mismas y para la sociedad santafesina para un fin postrero de cuyos resultados la historia da testimonios. Como se sabe, se ha lanzado días pasado el Frente Progresista que lleva al socialista Hermes Binner como candidato a gobernador. Y con pena debe decirse que nueva fuerza se ha lanzado con componentes que son como el agua y el aceite. Es más, aún no había nacido el Frente y ya tenía complicaciones que son por todos conocidas: la polémica entablada entre el radicalismo y Hermes Binner.
En el acto de lanzamiento del Frente hubo presencias que asombraron a dirigentes políticos de la misma coalición: un ex funcionario del Proceso militar, dirigentes políticos que fueron perseguidos por la dictadura militar, allegados a la Sociedad Rural, otros a la Federación Agraria, radicales a los que no se los dejó subir al palco, y así sucesivamente una larga lista de naturalezas tan distintas como alejadas entre sí. ¿Cómo harán para ponerse de acuerdo no sólo en lo ideológico, sino en lo táctico y estratégico? ¿Cómo harán para gobernar? ¿O acaso Binner, una vez ungido gobernador, los echará por la borda? La perla, sin dudas, fue la diputada peronista y ex reutemista María del Carmen Alarcón, quien en una pirueta política que sólo es posible observar en la Argentina, pasó de una posición ideológica y un partido político a otro; saltó el cerco en menos que canta un gallo. Tan poco serio lo de esta legisladora como lo de aquellos que la recibieron con los brazos abiertos. ¿Y las ideas, principios y convicciones dónde quedaron? ¡Ah, Argentina, Argentina! ¡Pobre Patria, pobre provincia! No queda claro si la presencia de Alarcón, una diputada que desairó al propio Kirchner y lo enfrentó (¿qué pensará el presidente de esta adquisición de Binner?) suma o resta a los efectos electorales del Frente Progresista.
En la Argentina, en la provincia y en la misma ciudad de Rosario los saltos políticos son frecuentes. Pocas veces han sido fundados y decorosos, las más de las veces han sido fantochadas y casi siempre estos saltos mortales terminaron mal para el acróbata político. Hace unos años, un viejo y experimentado dirigente político, indignado por una actitud de un correligionario y para calmar a sus enfurecidos colegas radicales señaló: “Todos conocen la historia de aquellos enemigos de Roma que para congraciarse con el imperio, salvar sus vidas y acomodarse entregaron a sus propios compañeros, pero todos conocen el premio en palabras que las autoridades romanas dieron a los entregadores cuando estos fueron a reclamar su dinero: Roma no paga a traidores”. Lo cierto es que antes y después de ese histórico hecho siempre sucedió así.
Tan mal están las cosas en el Frente, que en las últimas horas un rumor ha comenzado a rodar como si fuera la voz espeluznante de una figura todavía oculta, de un espectro demoníaco y devastador: en el Frente podría haber internas. Algunos dicen que hay algunos dirigentes políticos (no pocos) que estarían dispuestos a conformar listas de diputados y senadores provinciales aparte de las que lleve Hermes Binner. Otros son más atrevidos y hasta afirman que habrá fórmula propia para gobernador y vice para competir con Binner. La verdad es que si a estos dirigentes se les suma la estructura radical, alentada por una epopeya de este tipo, no es descabellado pensar en una estrepitosa derrota de Binner en una interna, puesto que el socialismo popular carece de aparato en la provincia de Santa Fe para hacer frente a una acción política de este tipo.
En tren de imaginar, algunos dirigentes no conformes con la hegemonía y unicato que el socialismo le impone a su gestión y que ven cuan difícil se les hará ocupar un lugar en el gobierno, si lo alcanzara, han comenzado a pronunciar apellidos rosarinos ilustres que estarían dispuestos a participar como precandidatos a gobernador y a barajar nombres de santafesinos del norte independientes para vicegobernador.
Por otra parte, se sabe de fuentes inobjetables que algunos dirigentes del Frente se han reunido con juristas de peso y les han solicitado un dictamen, aun cuando oral, sobre si es posible legalmente llevar, cuanto menos, listas de senadores y diputados provinciales aparte y conservar la fórmula de Binner para gobernador. La respuesta ha sido contundente: “No sólo es legal, sino que es un derecho”. Es claro, los muchachos saben que aún obteniendo la primera minoría en una interna tendrán más lugares en la lista final que los que puedan lograr en un acuerdo.
Lo que no ha trascendido aún, ni oficial ni extraoficialmente, es cuales son los planes de gobierno, ni las medidas concretas a adoptar en materia de seguridad, fuentes de trabajo, educación, salud, justicia, etcétera. Después de todo, esas cosas sólo le interesan a los seres humanos a quienes se conoce como ciudadanos. Ciudadanos ¿Qué es un ciudadano para la visión del dirigente político argentino?: un objeto que sufraga de vez en cuando.
Por fin Reutemann rompió el silencio. No fue poco lo que dijo y, en rigor de verdad, debió decirlo mucho antes. Tal vez no lo hizo aguardando que alguno de los que el llevó al estrellato político saliera en su defensa. Pero no fue así. Es probable que Reutemann haya comprendido en los últimos tiempos que los discípulos que besan al maestro en la hora aciaga abundan y abundan mucho más de lo que se supone. El senador dijo que el no mató ni pidió que se matara a Pocho Lepratti. Una muerte inconcebible, una tragedia que no puede entenderse y que en el mes de febrero tendrá un fallo de la Corte que no será nada alentador para quien oprimió el gatillo. Reutemann no mató a nadie, no ordenó matar a nadie y lamentablemente algunos aprovecharon un hecho desgraciado y lamentable para hacer política.
Reutemann dijo algo interesante también: los mismos que hablan de confabulación o acuerdo entre el Poder Judicial y el poder político peronista, aludiendo a Binner y al socialismo, son los mismos que piden al Poder Judicial que no sean duros con las causas que tienen allí. Es decir, ha dicho, en otras palabras, que el que esté libre de pecados que arroje la primera piedra. Por otra parte, el senador le dio un fuerte empuje a Rafael Bielsa cuando dijo que tiene viento de cola. Es evidente que ve al ex canciller como la única figura, entre el trío de candidatos peronistas, que tiene todos los atributos para ganarle a Binner.
Ello aun cuando Agustín Rossi, equivocadamente, pretenda poner al sobrino del Lole, Federico Reutemann, como primer candidato a diputado provincial. Como dijo un exitoso dirigente hace pocas horas: “Las leyendas (en el sentido de las personalidades exitosas y admiradas) no se transfieren. El ídolo no puede ser clonado. Todo intento en ese sentido es un burdo manejo electoral”. La verdad es que Rossi (quien tanto pataleó cuando apareció el Rossi “trucho” candidato a concejal) de alguna manera, en cierta forma: ¿No hace lo mismo? Alguien dijo en las última horas: “El Chivo impulsa a un corredor trucho”. En fin...
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