Quirología: el destino está en las manos

La mano es una parte representativa del cuerpo de cada uno. Acaricia, agarra, moldea, golpea, trabaja y hasta descansa. En ella se encierran un sinfín de actitudes. Y también, se inscriben, de acuerdo a la quirología, las tendencias por donde deambulará la vida de cada persona.

La quirología es un término de origen griego y significa, etimológicamente, estudio de la mano. Se cree que este arte fue iniciado por los chinos, pero también se transmitía en la India, a través de las castas, de generación en generación. Básicamente se puede decir que esta técnica de interpretación lee las líneas de la mano, interpretando los signos que se forman en la palma.

Carmen es una rosarina experta en esta práctica y aclara que las líneas ya se encuentran marcadas en el embrión, aunque, aun así, "esto indica una tendencia y no un destino inexorable que no puede cambiarse". La especialista reflexiona y para ser clara, se señala la cabeza: "Todo es una cuestión de actitud mental, de fuerza espiritual", señala, y prosigue: "si veo que una persona está con un alto nivel de estrés o amargura, se lo advierto para que cambie su modo de vida y evite cualquier enfermedad". Las líneas de la mano son como un identikit personal, cada individuo tiene distintas configuraciones. No son estables, cambian con el transcurso de la vida.

Para la estudiosa, la mano es un órgano ultrasensible y explica que a través de ella "podemos obtener información muy útil acerca de la persona y de su carácter". Para efectuar un estudio quirológico es necesario tomar las impresiones de ambas manos, inclusive de las muñecas y de los costados de cada una, al igual que como se hace con las huellas dactilares al momento de gestionar el DNI. Con la réplica, comienza la interpretación de las distintas configuraciones.

"Hay que tener en cuenta varios factores: los psicológicos, el clima, el lugar de nacimiento,la educación, en síntesis, sus cualidades innatas que lo acompañarán siempre", detalla Carmen y añade: "El carácter es inmutable, pero la personalidad evoluciona, se transforma y se autoeduca. Durante la vida del hombre hay una lucha constante entre carácter y personalidad". Las líneas más importantes son las del corazón, la cabeza o cerebro, y la de la vida, pero en las manos es posible advertir hechos pasados, problemas en la salud propios y de allegados, proyecciones personales, desarrollo laboral, viajes que se realizarán y hasta el número de parejas o hijos que se van a tener.

Además, el puño indica la fuerza vital; la parte superior de la mano, la afectividad y la afinidad con el ambiente exterior; la palma, la actividad subjetiva respecto del destino, y las uñas, la adaptación al mundo exterior.

Esta época del año, propicia para balances y replanteos, suele generar una cierta necesidad existencial de querer saber qué es lo que va a pasar. Carmen explica esta tendencia como algo innato del ser humano. "Todos queremos saber qué es lo que viene, lo bueno, es como tener una suerte de mapa, estar prevenidos, orientar la mente hacia dónde queremos ir".

Desconexión

Más allá de la necesidad de conocernos, Carmen recomienda aprovechar el receso veraniego para hacer una saludable desconexión, desenchufarse para reponer energías y adentrarse en paisajes agradables "aunque sea para cruzar a la isla", sugiere entre risas.

Más allá de las contrariedades de la vida, dice que "no podemos darnos el lujo de que las situaciones adversas deriven en un cáncer", por eso apela a la necesidad de bregar para mejorar el estado de ánimo y ocuparse de vivir saludablemente.

"Quienes hacemos quirología interpretamos signos que se enmarcan, no adivinamos", aclara una y otra vez, y advierte que el lector debe ser una persona honesta que diga verdaderamente lo que ve. "Veo una tendencia, pero cada uno es dueño de elegir qué es lo que va pasar, de recomponer su energía interior", subraya optimista.

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