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domingo,
31 de
diciembre de
2006 |
mercados
Hasta las elecciones, las inversiones tienen una rentabilidad asegurada
El año termina con buena performance en acciones y bonos. En 2007 aún hay resto para seguir creciendo
Salvador Di Stefano
Un repaso de lo que sucedió en el año muestra que el índice Merval subió el 35,45% y denota un incremento muy importante, lo que se traduce en un efecto riqueza para el país y una expectativa de crecimiento sostenido. Sin embargo, si se pone este número en el contexto internacional y se compara la evolución de otras bolsas, se puede observar que esta suba esta por debajo de la media mundial.
En Estados Unidos con un mercado desarrollado, muy baja inflación y un gran volumen de negocios, el índice Dow Jones subió el 17% en el año. En Europa la bolsa de España subió el 32%, Alemania el 22%, Francia el 18% y el único mercado negativo fue Italia, cuya bolsa mostró una desmejora del 10% anual. En el sudeste asiático, China creció el 130%, Hong Kong el 86% e Indonesia el 78%. En América latina: Perú aumentó el 168%, Venezuela el 129%, México 48% y Brasil el 33%.
Esto muestra que el país no fue el único mercado que subió, en realidad, la mejoría de precios fue importante por el cambio en el contexto internacional que se produjo desde mitad de año en adelante.
En el primer semestre hubo una fuerte suba de la tasa de corto plazo, que se ubicó por encima de la tasa de largo plazo. Esta pendiente negativa en los tipos de interés alertaba la posibilidad de una gran recesión en Estados Unidos y consecuentemente una caída generalizada en las bolsas. Lo que sucedió en el segundo semestre fue que la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos fue menos agresiva y mantuvo la tasa de corto plazo, lo que posibilitó que declinaran los tipos de interés de largo plazo.
La baja en los tipos de interés disparó dinero liquido a los mercados emergentes y consecuentemente comenzó a debilitarse el dólar a escala internacional. En este escenario el euro comenzó a revaluarse fuertemente y en el año paso de ubicarse por debajo de 1,20 por dólar para cerrar a 1,315 por dólar, lo que es una apreciación muy importante.
La devaluación del dólar posibilitó la suba de las materias primas y un desahogo para las economías emergentes. El euro se va constituyendo la moneda de mayor transacción del mundo en reemplazo del dólar, sin embargo, en materia financiera el dólar no tiene rivales hasta el momento ya que un 66% de las reservas de los bancos centrales están constituidas en esa moneda, mientras que el 25% en euros.
De todos modos, muchos países están comenzando a reemplazar el dólar por la moneda europea como es el caso de Arabia Saudita, Indonesia, Irán y Venezuela. La gran incógnita en el mercado de divisas es China que con reservas por un trillón de dólares si diversifica su tenencia podría generar un brusco movimiento.
La conclusión a la que arribamos en esta columna al finalizar el año es que el mundo está empapelado de dólares y no parece ser una buena opción mantenerla en cartera ya que es una moneda en proceso de devaluación.
En el plano nacional, en enero cambia la composición del índice Merval, con un menor peso de Tenaris y la incorporación de Comercial del Plata y Molinos. Se está frente a un objetivo de índice Merval de 2.100 puntos a corto plazo, una toma de ganancias pendiente y un objetivo de largo plazo de 2.700 puntos. Consideramos que la perspectiva de suba está sustentada en un contexto internacional que seguirá siendo favorable con bajas en los tipos de interés, devaluación del dólar y suba de los productos primarios. Esto seguirá alentando el ingreso de capitales que en un mercado chico podría provocar variaciones de precios muy significativas. En cuanto a los bonos, sucede algo muy parecido que con las acciones, la baja en la tasa en el mundo alienta el ingreso de capitales para invertir en bonos en dólares, pero con mayor agresividad en bonos en pesos ajustados por inflación. Sin embargo, el margen de suba de los bonos parece más escaso y ligado directamente a la evolución de la tasa en el mundo. Es para invertir esperando la renta, pero no esperar ganancias de capital ya que serán escasas.
Un año para los servicios
Parecería que 2007 es el año de las empresas de servicios y hay que prepararse para ganar dinero con bancos, telefónicas y energéticas. El año 2006 termina muy bien en materia financiera, se pudo llegar y superar los 2.000 puntos cuando pocos lo imaginaban. En el plano local el Mercado de Valores a través de Rosario Fiduciaria vivió un boom de colocaciones en fideicomisos, esperando incrementarse notablemente en el año 2007, en donde el rosarino puede invertir, ganar una renta y conocerle la cara al que le presta el dinero. Termina un año muy bueno, el 2007 será mucho mejor, lástima que persistan problemas estructurales en la economía que no permiten hacer de este momento una oportunidad para el crecimiento sustentable. Siga adelante con las inversiones en el 2007 que las luces amarillas se encienden después de las elecciones y para eso todavía falta mucho. ¡Feliz año y buenas inversiones!
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